Al otro lado de la Estación

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De Museo del Tren a dormitorio de indigentes, que además cocinan y hacen sus necesidades ahí. Farolas tiradas, basura acumulada, bancos arrancados y solería totalmente rota. Es la imagen que presenta la parte trasera del edificio ?Cartuja Real?, levantado en pleno corazón de Jerez, en la zona de Madre de Dios, y con un importante centro comercial en su planta baja.

Los vecinos de ese edificio ya no aguantan más y tras denunciar «durante años» la situación del solar que está a la espalda del bloque, colindante con la vía del tren, han decidido denunciarlo públicamente «para que alguien acabe de una vez por todas con este problema, que nos afecta a muchos día tras día».

Cuando se urbanizó la zona se optó por ubicar allí plazas de aparcamiento no sujetas al régimen de la ORA. Eso se convirtió de la noche a la mañana en un auténtico reclamo para muchas personas que día a día aparcan allí sus coches para no tener que pagar el ticket de la ?zona azul?. Qué ha sucedido, pues que los coches no sólo aparcan en la zona destinada a ello, sino que «dejan los vehículos en cualquier lugar, impidiendo incluso el tránsito de personas o de carritos de niños pequeños, por poner sólo dos ejemplos», afirma Cayetano, propietario de un piso en ?Cartuja Real?.

La policía Local, según los vecinos, «viene, multa y hasta la grúa se lleva los coches, pero esa no es la solución porque cinco minutos más tarde llegan más coches y vuelven a a aparcar en zonas que no están acotadas para aparcamientos, con lo que persiste el problema».

Aseguran que el tránsito incesante de vehículo y el aparcamiento en lugares no permitidos «ha acabado por destrozar el suelo, con boquetes por todas partes porque las losas no aguantan el peso de los coches».

Entienden los vecinos que la solución «está en acotar de verdad la zona para limitar los aparcamientos a las plazas reservadas para ello, sin permitir ni una más».

Pero los problemas no acaban ahí. Inquilinos del edificio aseguran que «el servicio de limpieza brilla por su ausencia. Urbaser no limpia, quizás porque los coches aparcados no les dejan meter sus camiones, y no pueden acceder a los contenedores y las papeleras; sólo viene el barrendero de Pío XII, y cuando se lo pedimos, pero el hombre no puede hacer gran cosa porque la basura se acumula hasta debajo de los coches».

Hay más. Algunas de las farolas están dobladas «de los golpes que han recibido de los propios coches», los árboles allí plantados «han sido arrancados de cuajo para poder aparcar ahí» y los bancos «se los han llevado por la cara, supuestamente para refundirlos».

Para colmo, el abandono de la zona he servido de reclamo a los indigentes, que duermen un día tras otro en las puertas del edificio que estaba llamado a ser el Museo del Tren, iniciativa de que la que nunca más se supo. Los indigentes «no sólo duermen allí, sino que cocinan en la zona calentando comida con fuego, junto a los coches, y en realidad comen, cenan y hacen su vida allí».

Aseguran los vecinos que están ya «cansados» de hacer llegar esta queja al Ayuntamiento. «La policía venía al principio para intentar solucionar el tema de los indigentes, pero ya ni vienen cuando se les llema, y no hay más respuesta desde el Ayuntamiento a pesar de que nos hemos quejado a todos los últimos alcaldes. Raúl Ramírez (PSA) vino por aquí, pero con tan mala suerte para nosotros que cuando iba a actuar dejó de ser concejal. Sólo pedimos que pongan la ORA, o si no que acoten bien la zona para que no se pueda aparcar donde está prohibido, y por supuesto que dignifiquen una zona que limita con la estación de Renfe, primer impacto visual de cuantos turistas llegan en tren a Jerez».