El hermano Alois se hizo presente, junto a otros tres hermanos, en la ciudad de Poznan, Polonia, para animar un encuentro de jóvenes y una oración el sábado 19 de abril de 2008. Como cada año en la primavera, jóvenes de toda la Polonia se encontraron durante este fin de semana para compartir sobre la preparación del encuentro europeo. En particular, se trata de cuidar que esta puesta en marcha hacia Bruselas sea en el marco de las parroquias. Gracias a los puntos de preparación que existen en todo el país, los jóvenes se sienten también invitados a venir a Taizé durante el verano. Cada uno pudo compartir, durante el fin de semana, sobre sus propias experiencias y también enriquecerse de las ideas de los otros.
Por otra parte, el sábado por la mañana llegaron jóvenes de toda la región de Poznan, de la Alemania vecina y de otros países para pasar un día de intercambio. El tema del día fue la frase de Hermano Alois en la Carta de Cochabamba: ?¡Dejémonos llevar por esta dinámica de la resurrección!?? Los jóvenes inscritos a este encuentro tenían en su programa una introducción bíblica y pequeños grupos de intercambio a la mañana, la oración del mediodía y luego talleres en lugares significativos: comunidad del Arca, lugar de acogida de personas sin hogar, la iglesia luterana, etc. Sobre un puente, muy cerca de la catedral, los jóvenes polacos se reunieron con los jóvenes alemanes para reflexionar a partir de otra frase de la Carta de Cochabamba: «La reconciliación puede transformar en profundidad nuestras sociedades.»
Por último, la oración de la noche estuvo abierta a toda la ciudad. En la iglesia de la Visitación, una numerosa muchedumbre se reunió poco a poco. En presencia del arzobispo de la diócesis, la oración entonces comenzó y fue grande la sorpresa al constatar que la iglesia, a pesar de su tamaño, estaba completamente llena: jóvenes arrodillados sobre alfombras por todos lados, otros sentados en bancos, muchas personas de pie, al fondo. Después de la meditación de Hermano Alois, la oración en torno a la cruz duró durante mucho tiempo; luego la iglesia se iluminó mientras que todos se transmitían la luz de la resurrección.
Desde hace varios meses jóvenes de la ciudad han preparado esta cita, buscaron los lugares en familias, organizaron los talleres. A lo largo del fin de semana, su participación fue notable para garantizar la acogida, arreglar la iglesia, distribuir la comida. Esto constituye una bonita promesa para los meses de verano a Taizé: entre mediados de junio y mediados de septiembre, jóvenes de Poznan y de las otras ciudades de Polonia van a venir ininterrumpidamente, semana tras semana, a la colina. Este encuentro fue una linda etapa de la peregrinación de confianza a través de la Tierra, que abrió una nueva página de la relación, ya larga, entre Taizé y Polonia