El P. José Comblin nos dice en parte de su escrito: Por otro lado, así comienza la introducción del Documento de Aparecida:
?Con la luz del Señor resucitado y con la fuerza del Espíritu Santo, nosotros los obispos de América nos reunimos en Aparecida, Brasil, para celebrar la V Conferencia General del Episcopado Latino-Americano y del Caribe. Hicimos eso como pastores que quieren seguir estimulando la acción evangelizadora de la Iglesia, llamada a hacer de todos sus miembros discípulos y misioneros de Cristo, Camino, Verdad y Vida, para que nuestros pueblos tengan vida en El.??
Desde las primeras palabras, la diferencia es patente. Por un lado el centro es el hombre, por otro lado el centro es la Iglesia. En los dos casos había una opción de base y todo el trabajo de las Asambleas constituyó en explicitar esa opción examinándola en los diversos aspectos.
Otra diferencia importante aparece en la metodología adoptada. En Medellín las 16 comisiones practicaron el método ver, juzgar, actuar. En cada asunto el punto de partida era ver la situación; después de eso se buscaba en la revelación cristiana la norma que se aplicaba a esa situación, el juzgar. Después de eso venían las recomendaciones pastorales para la acción: el actuar.
En el documento de Aparecida, el conjunto está dividido en tres partes: una trata del ver, otra del juzgar y otra del actuar. Algunas comisiones examinan la situación. Otras comisiones examinan la doctrina y otras comisiones examinan el actuar. El resultado es que no aparece ninguna relación entre el ver, el juzgar y el actuar. El actuar no tiene nada que ver con el ver y así sucesivamente. Oficialmente en Aparecida los obispos adoptaron el método ver-juzgar-actuar, pero de manera que no era operacional. No se puede decir que la doctrina es la respuesta a la situación de América Latina. Ella vale para cualquier lugar en el mundo. También el actuar no es la respuesta a la situación social o eclesial.
En Medellín cada comisión redactó su texto. En Aparecida el texto fue obra de una comisión de redacción. El resultado es que hay más homogeneidad de estilo y de vocabulario, y más cohesión entre los temas en el documento de Aparecida. Pero el discurso de los obispos queda apagado por el discurso de la comisión de redacción. El texto es mejor literariamente hablando, y más homogéneo, pero tiene mucho menos repercusión.
P. José Comblin desde Brasil ; (Pág.2, párrafo 6)