Enviado a la página web de Redes Cristianas
Si queremos referirnos al Espíritu de nuestra Asamblea, antes de decir alguna palabra, les invito a que nos veamos , a que sintamos el calor de nuestras miradas y de los abrazos que nos hemos estado dando al llegar e irnos encontrando en esta Asamblea que es a la vez Encuentro fraterno, unidos de corazón como CNP: Cristianos Nicaragüenses por los Pobres, por la Causa de los Pobres.
Aquí está presente el espíritu de nuestra Asamblea en esa Alegría, señal del Espíritu, en esa alegría que es fruto como dice Pablo a los Filipenses de que todos compartimos la misma gracia del Evangelio, todos nos llevamos en el corazón y nos amamos con ternura, y juntos pedimos la gracia de crecer en el amor, tener en el centro a los más pobres y dar con plenitud los frutos del Reino de Dios.
Aquí está presente el espíritu de nuestra Asamblea en el amor apasionado a Jesús y a su sueño, que es nuestro sueño, el Proyecto del Reino de Dios con su ardiente compromiso con las y los más pobres y excluidos de la Mesa de la Vida, como son por ejemplo las-los Migrantes, los Jóvenes desesperados por no tener trabajo, ni estudio ni oportunidades, las Mujeres y especialmente las Niñas violentadas.
Aquí está presente el espíritu de Jesús en todos los que nos han acompañado y con los que hemos compartido los sueños, las luchas y esperanzas. De esa nube de testigos, mencionamos unos cuantos ejemplos Mns. Romero, Dom Pedro Casáldaliga, Toñito de la Laguna, Juanita Villegas, las Madres de Héroes y Mártires de Matagalpa. Todos ellos son testigos fieles del Evangelio, de un Evangelio audaz, comprometido y encarnado en la situación de Nicaragua. Con ellos nosotros hemos sentido, a pesar de nuestras fallas y debilidades, el aletear del espíritu, su luz, su fuerza en nuestro caminar comprometido. A veces ha sido suave brisa como con Eliseo-en nuestra vida cotidiana, a veces y muchas veces ha sido un viento huracanado, un Pentecostés como en la profética Insurrección Evangélica en medio de la implacable y tan cruel guerra.
Si en unas cuantas palabras queremos expresar el espíritu de nuestra Asamblea en este 30 Aniversario, podemos hablar de Gratitud, Memoria, Compromiso.
Gratitud, una alegre gratitud, porque al ir haciendo nuestra recuperación histórica, no solo hemos recordado nuestras actividades, nuestras luchas por el Reino, sino que hemos sentido en cada etapa la presencia del espíritu de Jesús que nos ha llamado desde el clamor y anhelos de nuestro Pueblo, y nos ha acompañado, nos ha fortalecido para servirle fielmente, y nos ha dado el perdón cuando le hemos fallado a nuestras hermanas y hermanos más pobres, más excluidos o más golpeados por la guerra, el hambre, la migración, la sequía. La palabra que nos brota del corazón como un río de agua viva, es Gracias Señor, Gracias Abbá, Padre Querido.
La segunda palabra es Memoria, Conmemoración. Estamos recordando, haciendo Memoria de estos 30 años de Articulación Nacional de nuestras Comunidades-CNP. Pero no lo estamos recordando con añoranza de lo intensamente vivido, ni con pesar por nuestras fallas. Tampoco lo estamos recordando simplemente como algo del pasado. Lo estamos Conmemorando como conmemoramos la Eucaristía, queriendo que eso vivido como una gracia de Dios, esté hoy presente, esté vivo en nuestras vidas, sueños, luchas y compromisos. Queremos unir nuestro pequeño y frágil amor al amor pleno de Jesús y de tantos mártires que han regado nuestra tierra, y toda Centroamérica. Así tenemos presentes en especial a Mns.Romero y a Juan Ramón Moreno, mártir de la UCA que en momento clave de la CNP en 1988, nos dio un Retiro centrado en el principio de la Misericordia y en el radical seguimiento de Jesús.
Conmemoramos agradeciendo, conmemoramos aprendiendo lecciones de lo vivido, conmemoramos recogiendo nuestras raíces, y el agua viva que nos alimentó desde los Retiros espirituales que dieron origen a la Cnp y que nos han fortalecido en el caminar. Conmemoramos sacando fuerzas de lo vivido para vivir fielmente nuestro compromiso por el Reino al servicio de nuestro Pueblo, hoy y mañana.
Esta es la tercera Palabra: Compromiso. Tanta gracia recibida, tanto acompañamiento del Espíritu quedaría trunca y sin fruto, si la recordamos solo como un bonito recuerdo, y no lo asumimos con un compromiso audaz y valiente, que como nos invita el Papa Francisco, venza los miedos, las rutinas, la pasividad, la indiferencia, los individualismos y el estar encerrados en nosotros mismos. Tres compromisos claves que tenemos, interpelados por la realidad y por el llamado del papa Francisco son: Ir a las fronteras existenciales, acompañar a las-los Migrantes, unir el Grito de la Tierra y el Grito de los Pobres.
Si volvemos nuestros ojos y nuestro corazón a Jesús, su vida entera y su pasión por el Reino, la podemos expresar en esta palabra Compromiso. Compromiso con su Padre querido, que es también nuestro Padre, por una vida Digna para las mayorías empobrecidas y excluidas. Compromiso que es la vida toda de Jesús, con sus palabras, sus acciones, su misionar itinerante, y todo ello como Buena Noticia para los Pobres y Liberación para los Oprimidos. Y este es nuestro llamado, nuestra vocación, nuestro compromiso: dejarnos consagrar por el Espíritu de Jesús para ser fielmente como El y con El, la Buena Nueva para los Pobres (Lc 4,14-21). Esto mismo quiere expresar nuestro nombre, Cristianos Nicaragüenses por los Pobres, por la causa de los Pobres. Esta es nuestra identidad, este es nuestro Compromiso.
El espíritu de nuestra Asamblea está intensamente unido al Jubileo de la Misericordia con Jesús que es el rostro misericordioso de Dios encarnado en nuestra Historia y que se entrega al caído en manos de ladrones y dejado medio muerto (Lc 10,25-37). Con Jesús queremos renovarnos, relanzarnos, resignificarnos como Comunidades en el servicio fiel, valiente y arriesgado a nuestro Pueblo en la fronteras existenciales y en las cunetas de la vida.
Que María nuestra Madre, la Virgen del Sí verdadero y fiel, que supo guardar en su corazón lo que iba viviendo Jesús y lo acompañó hasta la Cruz, nos acompañe para caminar fielmente y apasionadamente por el camino del Evangelio en la construcción del Reino de Dios hoy en Nicaragua. Y que como ella, nuestra vida toda como CNP sea en verdad un Sí.
Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales