Enviado a la página web de Redes Cristianas
Al llegar el 1 de mayo siempre recordamos la gran lucha del movimiento obrero y sus sindicatos reivindicando mejores condiciones de trabajo para el mundo laboral. Muchos auténticos y grandes
luchadores sindicalistas probaron y sufrieron la cárcel e incluso la muerte por defender para todos unas dignas condiciones de trabajo, enfrentándose al capitalismo salvaje que solo tiene dinero en la cabeza y en el corazón.
Pero el neoliberalismo actual, valiéndose de las tecnologías más modernas, ha conseguido contrarrestar cada vez más la fuerza de los sindicatos, por un lado sustituyendo al hombre por las máquinas y más aun amenazando y ejecutando la deslocalización empresarial ante la menor exigencia laboral de los trabajadores o del Estado, chantajeando también a los gobernantes y a la administración pública.
Desde hace unos pocos años estamos constatando que los sindicatos perdieron capacidad movilizadora y reivindicativa y que ahora la fuerza viva está en la calle, en las manifestaciones masivas.
La gente tiene cada vez más claro que la solución que le queda para defender sus derechos es tomar la calle en masa: a esta toma de la calle tenemos que sumarnos todos los que no formamos parte de la élite del poder económico que gobierna al mundo actual, para defender la sanidad pública, las pensiones, la enseñanza pública, una justicia verdadera, la dignidad de la mujer, el trabajo digno para todos, los servicios sociales, y el cuidado de la naturaleza, pensando no solo en las generaciones actuales, sino en las inmediatas y futuras.
¡Viva la lucha masiva, pacífica y reivindicativa por la dignidad del hombre y la naturaleza!
Un cordial saludo.-Faustino