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«JUSTICIA Y VERDAD, PARA QUE HAYA RECONCILIACIÓN»
-«Surge un nuevo horizonte para los nicaragüenses, que nace de la preocupación por la persona humana».
– «Las lágrimas de nuestro pueblo son las lágrimas de Dios».
– «Podemos afirmar que la situación actual, ha puesto al descubierto la realidad de nuestra nación».
-«El diálogo como salida pacífica sigue siendo necesario».
-«No olvidar que reconstruir una nación, requiere expectativas de futuro y recordar que la esperanza de lo ‘totalmente novedoso’ puedo ocurrir en Nicaragua».
«Esta triste realidad nos permite romper con el velo de la indiferencia, para asumir la responsabilidad que nos compete como hijos de la Patria».
«En medio de injusticia nuestra mirada debe permanecer firme en Jesucristo, pues estamos convencidos de que la inhumanidad, solo puede venir de la falta de conversión».
«Esto no nos hizo más humanos, al contrario, abrió heridas que aún no han sido curadas y que todavía supuran odio y violencia».
«Por esta razón exhortamos a los nicaragüenses a no dejarse seducir por soluciones inmediatistas, sino actuar porque la nueva Nicaragua, necesita de líderes no violentos, que conquisten de la mano de Dios, metas de libertad y justicia»
«Ningún cristiano puede casarse con las ideologías de turno, es incompatible con el seguimiento de Jesús, pues no puede servir a dos Señores».
«Esta senda (de reconciliación) ha de ser abonada con las exigencias de la justicia y el camino que conduce a la verdad:Justicia y verdad, representan requisitos concretos para reconciliación».
«El mundo actual necesita también el testimonio de profetas no armados».
«Un buen político opta siempre por generar procesos, más que por ocupar espacios».
«Con el diálogo hay futuro, sin él todo esfuerzo se enruta al fracaso».
«La riqueza de una tierra nace de una sabiduría compartida, no es ni será una uniformidad asfixiante, que nace normalmente del predominio y la fuerza del más fuerte ni tampoco una separación que no reconozca la bondad de los demás».
EL DIÁLOGO DEBE ASUMIRSE CON CORAJE, DICEN OBISPOS DE NICARAGUA
«Un buen político es aquel que toma la oportunidad del diálogo con esperanza, se preocupa por generar procesos y no por ocupar espacios», señala la más reciente carta pastoral de la Conferencia Episcopal de Nicaragua
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), emitió hoy una carta pastoral en la que exhorta nuevamente a los nicaragüense al diálogo, el cual debe ser «asumido con coraje, despojados de egoísmo, respetando el uno al otro», para superar la crisis sociopolítica que vive el país desde hace más de siete meses.
En la carta pastoral titulada «Mensaje de Adviento», los obispos reiteran: «El diálogo debe ser la solución cívica y pacífica a la crisis que vivimos».
Los jerarcas católicos señalan que la actual crisis que vive el país tiene sus raíces en el llamado «pecado social o estructural».
Seguidamente señalan que Nicaragua vive horas decisivas y que por ello debe perseverar en la fe para romper el egoísmo.
Recordando al papa Pío XII, los pastores de la Iglesia católica nicaragüense expresan lo siguiente: «Nada se pierde con la paz, todo se pierde con la guerra».
Igualmente recuerdan que los nicaragüenses hemos vivido en carne propia la guerra fratricida «que no nos han hecho más humanos, y que por el contrario han dejado heridas que todavía no han sanado y que aún supuran odio y violencia».
Los líderes católicos señalan que el diálogo debe ser asumido con coraje, despojados de egoísmo, respetando el uno al otro y sobre todo con mucho amor a la patria.
«Un buen político es aquel que toma la oportunidad del diálogo con esperanza, se preocupa por generar procesos y no por ocupar espacios», señala la Iglesia.
Finalmente los obispos reconocen en su carta pastoral que no tienen soluciones para cada caso particular, pero que siempre tienen la voluntad de ayudar en la solución de los conflictos por el bien de la patria.
(Extractos de la Carta de los Obispos. El Nuevo Diario 2 diciembre de 2018)
Aporte de la Mesa CEB de Profetismo y Compromiso Ciudadano.
Fuente: Red Mundial de Comunidades eclesiales