Lecturas:
Hch 5,12-16: Crecía el número de los creyentes que se adherían al Señor
Salmo responsorial: 117
Ap 1,9-11a.12-13.17-19: Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos
Jn 20,19-31 : A los ocho días, llegó Jesús
En el pasaje de los Hechos, el acontecimiento de la Resurrección ha llegado a ser el centro y la fuerza para los discípulos, que habían estado aturdidos y desconsolados con la muerte del Maestro. Los últimos testimonios que han recibido de sus hermanos y de personas que no pertenecían al grupo de los Once -como eran los discípulos de Emaús-, y más aun, el sentir al Resucitado en medio de ellos cuando se encontraban reunidos, les ha hecho afianzar su fe y les ha dado el valor necesario para salir a anunciar lo que Dios había realizado con Jesús al levantarlo de entre los muertos.
Los apóstoles son ahora la presencia del Resucitado en medio de la comunidad. Los signos y prodigios que realizan son la ratificación del cambio que estaba produciendo el anuncio de la resurrección de Jesús. Anuncio que es capaz de transformar la vida de hombres y mujeres para que se adhirieran a la fe del Señor. Es importante anotar que, en la nueva experiencia en torno a Jesucristo, la nueva comunidad quiere vivir una unidad real y verdadera, capaz de superar toda polaridad o división por motivo social, cultural o de género. En el grupo de cristianos han sido superados los problemas pobres-ricos, griegos-judíos y mujeres-hombres. Ahora todos tienen cabida en la nueva comunidad, respetándose a cada cual su proceso individual hasta que alcance su edad adulta en la fe.
El libro del Apocalipsis, escrito en tiempo de las persecuciones romanas contra la primitiva Iglesia, es una muestra de valentía de los primeros que fueron aceptando en sus vidas a Jesucristo como su Señor y la manifestación plena de Dios. Juan, quien firma el escrito apocalíptico, nos cuenta en el texto que leemos hoy que se encuentra en Patmos, desterrado ?por haber predicado la palabra de Dios y haber dado testimonio de Jesús??, lo que nos ilustra sobre las repercusiones sociales de la predicación apostólica.
Pero es en ese lugar, en el de la exclusión política, desde donde Dios envía un mensaje de vida a toda la Iglesia primitiva para que, en medio de la persecución que se ha despertado a causa del anuncio de la resurrección de Jesús y de la nueva forma de vida que predica el cristianismo naciente, siga firme y fiel, ya que quien ha sido resucitado de entre los muertos es «el principio y fin de todo», y acompañará a sus seguidores hasta el final de la historia.
La experiencia de Jesús resucitado viene a ser la experiencia de la unidad y la de no excluir al hermano. Dios es Padre de todos los que asumen el proyecto de vida que él propone para la humanidad por medio de Jesús.
En el evangelio, Juan nos presenta el encuentro del Señor resucitado con Tomás, quien se ha negado a creer que sus compañeros hayan tenido la experiencia del Resucitado, que les ha cambiado la forma de ver el mundo, los ha vuelto más humanos y más sensibles a la realidad que vivía su pueblo en esos momentos históricos.
Tomás, por nada del mundo cree el testimonio de sus compañeros. El quiere tener su propia experiencia con el Señor. Y es respetado por el grupo, que no lo rechaza. por no creerles. Ellos han comprendido que los procesos individuales son diferentes y hay personas que tardan más tiempo para reconocer con su vida y su palabra que Jesucristo el Señor se ha levantado de entre los muertos por el poder de Dios.
Y llegó el momento en que Tomás se encontró con el Señor resucitado. Fue el momento de la experiencia que le hizo sentir que él también formaba parte de la comunidad del Resucitado. El evangelista narra de manera solemne y fuerte ese encuentro con el Señor, ya que el relato trae como fondo el testimonio de un profundo cambio interior en Tomás, que le hace sentir al Señor resucitado más cerca y en forma más impresionante que el de los demás encuentros de los discípulos con el Resucitado: ¡Señor mío y Dios mío!
El evangelio de hoy está recogido en la serie «Un tal Jesús» de los hermanos López Vigil, en el capítulo 128, que puede ser escuchado aquí (http://www.untaljesus.net/audios/cap128b.mp3) y cuyo guión ?con un comentario bíblico-teológico incluido- puede ser recogido aquí (http://www.untaljesus.net/texesp.php?id=1600128). Merece la pena dar un vistazo a este punto de la red (http://www.untaljesus.net) por lo que de recurso pastoral ?o para la reflexión personal- significa.
Para la revisión de vida – Dichosos los que sin ver han creído. ¿Cuáles son los fundamentos de mi fe? ¿Por qué creo? ¿Es mi fe una fe que no se apoya en argumentos racionales?
Paz a vosotros. ¿Tengo paz, paz profunda, shalom ?
Para la reunión de grupo
– Si la fe es «creer lo que no se ve», ¿tuvo fe Tomás cuando confesó a Jesús como ?Señor mío y Dios mío?? sólo después de haberlo visto?
– ¿Qué relación (semejanzas, diferencias…) hay entre la fe humana (creer a alguien) y la fe religiosa (creer a Dios)?
– Distinción entre «fe» y «creencias»
– ¿Cuáles serían las principales dificultades que la fe, el creer, las creencias… comportan hoy en el ámbito de la nueva «sociedad del conocimiento» que adviene? ¿Es posible que Dios haya puesto su gran ilusión ?y la principal prueba para el ser humano- en la «fe», en el «creer lo que no se ve»? ¿Y en que «creamos a los que dicen que Dios les dijo para que nos dijeran»?
Para la oración de los fieles
– Para que nuestras comunidades cristianas se miren en el espejo de aquella primera comunidad surgida a partir de la resurrección de Jesús, roguemos al Señor…
– Por todos los que tienen dificultades para la fe; para que encuentren en la comunidad de los creyentes un testimonio atractivo e iluminador…
– Para que como en el tiempo de la comunidad primitiva sean también hoy muchos los que se adhieran a la fe…
– Para que también hoy nuestra comunidad cristiana ejerza el ministerio de la curación, del alivio de todas las penalidades que afectan a la vida humana…
– Para que los cristianos de hoy aprovechemos también el ministerio del perdón de los pecados, tanto en forma individual como comunitaria…
Oración comunitaria
Dios de misericordia infinita que reanimas la fe de tu pueblo con la celebración anual de las fiestas pascuales: acrecienta en nosotros los dones de tu gracia para que comprendamos mejor que eres verdaderamente Padre y dador de Vida, que nos has encomendado acoger y acrecentar la vida, y que la Vida finalmente triunfará. Por J.N.S