Cada 1° de mayo se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Trabajo, en conmemoración a los Mártires de Chicago, que murieron en 1886 al exigir mejores condiciones laborales. En ese año, el Congreso de Sindicatos y sociedades obreras de Estados Unidos de Norteamérica, celebrado en Chicago, determinó iniciar una huelga general el 1 de mayo, si la parte patronal no aceptaba sus peticiones. Trescientos cuarenta mil trabajadores suspendieron sus labores para exigir la implantación de una jornada máxima de trabajo de 8 horas, el derecho de huelga, la libertad de reunión y expresión, y el derecho a una vida más humana y más justa, a través de mejores salarios.
La explotación se daba al máximo, incluso trabajaban los niños entre siete y nueve años, y las jornadas de doce a catorce horas estaban lejos de corresponder con los salarios de miseria. Las movilizaciones y huelgas se dieron en casi todo el mundo, sin embargo, en Chicago fueron especialmente cruentas. Seis dirigentes sindicales fueron condenados a muerte y ahorcados. Alberto R. Parsons, Jorge Engel, Samuel Fielden y Adolfo Fisher, son algunos de los obreros a quienes históricamente se les recuerda como «Los Mártires de Chicago».
Por acuerdo del Congreso de la Primera Internacional celebrado en Ginebra, Suiza, el 3 de septiembre de 1886, se resolvió que a partir de este año fuera celebrado anualmente, cada 1º de mayo, el Día del Trabajo. (*)
El Congreso de la Segunda Internacional celebrado en París en julio de 1889, retomó, a nivel mundial, la lucha por los derechos de los trabajadores, entre los que se contaban «Los tres ochos», la jornada laboral de 8 horas, 8 horas de descanso, y 8 para la cultura.
El primero de mayo es día de descanso de acuerdo a la ley. El Papa Pío XII instituyó en 1955 la Fiesta de San José Obrero. El Día del Trabajo se celebró por primera vez en España en 1890, y en México se empezó a celebrar a finales de ese siglo, pero en lugares cerrados, y fue hasta 1913 que se realizó el primer desfile, organizado por la Casa del Obrero Mundial.
Existen diversas formas de ver este día. Algunos prefieren quedarse en casa y aprovechar el descanso. Otros celebran la causa de los trabajadores participando en las marchas, manifestaciones, etc., y otros, prefieren verlo desde el lado religioso, celebrando la fiesta de San José.
A pesar de los años los trabajadores seguimos teniendo muchas cosas que reinvindicar; la precariedad laboral, mejores salarios, una jornada laboral compatible con la vida familiar, igualdad entre homes y mujeres en las retribuciones y en las oportunidades laborales…
Y sobre todo no debemos olvidar a tantos millones de trabajadores que son explotados y trabajan y viven en condiciones humillantes.
Viva la clase trabajadora !
Viva el primero de mayo !
Joan