Son más de 100.000 y, en época de carestía vocacional, la Iglesia los necesita. Son los curas secularizados que, un día, por amor o por otras razones, colgaron la sotana. Pero siguen siendo curas. Y, sobre todo en la secularizada Europa donde la Iglesia católica cuenta cada vez menos operarios, los sacerdotes secularizados podrían realizar una excelente labor pastoral. Como curas casados. ¿Se está planteando Roma recuperar a sus numerosos sacerdotes secularizados? ¿Qué pueden significar, si no, las palabras del cardenal Bertone, número dos de la Iglesia, que transcribimos a continuación sobre los objetivos del Año Sacerdotal?
El cardenal Bertone afirma, en l’Osservatore del día 28 de agosto, que este año busca también «una reanudación del contacto, de la ayuda fraterna y, si es posible, volver a unirse con los sacerdotes que por diferentes motivos han abandonado el ejercicio del ministerio».
¿Brotes verdes en la Curia? ¡Ojalá! No sólo saldría ganando la Iglesia, sino y sobre todo, el pueblo fiel que, por falta de sacerdotes, no puede asistir a la eucaristía. Hay parroquias de Galicia donde ya sólo hay misas dominicales cada quince días o cada mes.