Es el título de un libro que acaba de salir. Un editor quiso retomar mis Diarios de a bordo (también llamado Cuaderno de bitácora en el pasado) publicados en el sitio de Partenia durante estos últimos años. La publicación de un libro es una buena ocasión para comunicarse. Cuando tengo que pasar una velada en casa de alguna familia, les llevo el libro recién nacido. La familia lo recibe muy gratamente.
Los niños pequeños descubren con sorpresa que salgo en la portada. Los padres me piden una dedicatoria y siempre hay alguien que pregunte: « ¿De qué habla usted en este libro? »
Me apresuro a releer estos cuadernos de vida porque los medios me van a preguntar. Veo otra vez la película de los encuentros que se suceden y de los rostros que surgen en mi memoria. ¡Qué fuerza tiene la vida! con unos guiños que son signos de esperanza y a menudo también con sentido del humor. Por el camino nos encontramos con seres humanos que luchan, aman, sufren, festejan… somos seres en relación, que conseguimos ser nosotros mismos por el encuentro con los otros.
Un profesor de renombre del Collège de France, dio por título a su último libro:« Le temps de l’altruisme (el tiempo del altruismo)». Considera el altruismo « como el deber de mirar hacia los otros ya que los otros nos ayudan a construir nuestras libertades. » Salir de sí mismo para mirar hacia los otros.
Cuando miramos el rostro del otro, no es su diferencia lo que hemos de mirar primero sino lo lo universal que está en él.