¿Qué Dios? Pues el Dios social -- Antoni Ferret

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

El informe del compañero José Arregui, con el título ¿Qué Dios?… me ha
hecho pensar.
Le recojo como fundamentales los dos textos siguientes:
Dios ya no puede ser pensado con credibilidad como un ser sobrenatural
por su poder, que habita en el cielo y está listo para intervenir en la
historia humana periódicamente e imponer su voluntad. Por eso, la mayor
parte del lenguaje actual sobre Dios carece de sentido; lo cual nos lleva a
buscar una nueva forma de hablar de Dios.

La ciencia es la primera que reconoce que la ?materia?? es no solo un
enigma, sino un gran misterio, que no es algo inerte y estático, sino
misteriosa energía que transciende todas nuestras categorías de espacio y
tiempo, y que de ninguna manera podemos entender la materia como algo
contrapuesto a lo que denominamos ?espíritu??. La materia es matriz
inagotable, posibilidad, relación y auto-creatividad sin origen ni fin.

En primer lugar, me aferro con grandísimo interés a la frase ?buscar una
nueva forma de hablar de Dios??, y creo haberlo empezado a hacer ya.
Véase mi artículo ?Realidad de Dios??, en Redes cristianas, 5 de julio de
2021. (No espero que lo podáis ver, claro, solo lo digo como ejemplo de
que estoy en ello.) Sin embargo, esta frase, con ser importantísima, es
secundaria en la explicación del compañero.

En la cuestión fundamental de si Dios existe, tal como lo entendemos, o no,
admito la posibilidad de que la creencia en un Dios Creador y personal
pueda no ser cierta, pero tan solo en el caso de que se demostrara que la
materia, sola o combinada con energía, fuera increada, y autora de cuánto
existe.

De ella sabemos, creo, que en su versión orgánica es capaz de
reproducirse y de evolucionar, nada menos que de una ameba a un ser
humano. Y en su versión o forma inorgánica es capaz de transformarse,
tanto como de una masa amorfa a constelaciones, estrellas y sistemas
solares. Pero demostrar que no ha sido creada por Dios, sino que es
increada, o incluso demostrar que fue causa suficiente para crear la ameba,
ella sola??

Pues con todo afecto le digo al compañero Arregui que quizás??, pero ello
es solo una posibilidad, como la creída hasta ahora. Creo que no podemos
demostrar bien ni la una ni la otra. En mi juventud había ?demostrado??
muchas veces la existencia de Dios. Con tus argumentos, acepto que,

estrictamente, no se puede demostrar de forma incontrovertible, pero
tampoco se puede hacer en el caso de tu tesis. Dado lo cual, me quedo con
la creencia en un Dios Creador y fuente de amor. (Si no fuera fuente de
amor, no sería perfecto, luego no podría existir. La materia?? quizás pueda
existir sin tener amor, pero no sigo más.)

Y sobre todo porque Dios Creador o bien materia increada son dos
?posibilidades??. Pero es que cuando pretendes substituir un Dios Creador y
personal por formulaciones como ?Si entendemos a Dios como lo Real más
hondo o como Misterio más hondo de lo Real??, o bien por ?Dios como
Fondo de la Realidad o como puro y pleno Ser del universo o del
multiverso…??, pues?? oye compañero?? Mira: el Dios Creador y personal
puede no existir, pero por lo menos se entiende, y ese galimatías?? pues no.
Me quedo con Dios, pero no con el Dios clásico, el de siempre, el de la
Iglesia, sino con el que describía un servidor en el artículo mencionado
antes: un Dios del cual solo sabemos a ciencia cierta dos cosas: que ?quiere
la justicia y la fraternidad??.

Mucho mejor un Dios no seguro, incluso acaso no existente, que defienda
los valores sociales de nuestra vida, que no uno muy seguro que deje de
lado, o parezca que deja de lado, esos valores.
Entre el Dios ?teísta??, como le llamas (por ser personal y externo al
mundo) y el ?Dios como lo Real más hondo o como Misterio más hondo de
lo Real??, yo me quedo con mi Dios social, que nos quiere, y no de manera
sentimental, sino con efectos prácticos y útiles, vitales, para la felicidad
humana.

José Arregui también estudia el caso de Jesús, pero yo, por hoy, me quedo
aquí.