Ya no se oyen las voces de los desarraigados de la tierra. Ellos siguen hablando pero la voz no llega porque falta espacio, falta tiempo. Aún hay personas de buena voluntad que multiplican estas voces, les dan intensidad, pero los medios de comunicación les bajan el tono atrapados por tantos intereses económicos. Les quitan la voz los anuncios de comidas suntuosas y de viajes paradisíacos.··· Ver noticia ···
Registrarse
¡Bienvenido! Ingresa en tu cuenta
¿Olvidaste tu contraseña? consigue ayuda
Recuperación de contraseña
Recupera tu contraseña
Se te ha enviado una contraseña por correo electrónico.