Ganas de escribir
La opinión que más escucho cuando oigo hablar de Donald Trump, incluso en boca de académicos o gente bien informada, es que está loco.
Es cierto que su comportamiento, tan diferente al de quienes nos hemos acostumbrado a ver como dirigentes y líderes mundiales, induce a pensar así. Es errático, estrambótico, grosero, inculto, mentiroso compulsivo, desvergonzado y chulo, carece de la más mínima empatía con los débiles y alardea de gobernar al país más poderoso del mundo como si fuese su inmobiliaria. Ver noticia original en …