Cristianismo y Justicia
Antes de ayer celebrábamos que nuestro Dios, el que hizo cielos y tierra, en la persona del Hijo se hizo carne. Naciendo como uno más, quiso convertirse en nuestro hermano. De este nacimiento normalmente nos fijamos más en los detalles que ofrecen las narraciones evangélicas: el edicto, la cueva, los pastores, los magos, etc. y no prestamos tanta atención a otros aspectos esenciales, como por ejemplo el hecho de que la divinidad, al hacerse ser humano, asumió que un día tendría que morir. Ver noticia original en …