Valores humanos y sociales de los evangelios -- PagèsFerret, escriptors

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Que puedan interesar a los trabajadores y las trabajadoras de izquierdas, creyentes o no.
No recuerdo de nunca que se hubiera mencionado el Evangelio tantísimas veces. Y esto ocurre porque todas las quejas respecto de la dirección de la Iglesia (que cada día hay más) se resuelven reivindicando el Evangelio, no reivindicando también los textos proféticos a favor de la justicia, como nos gustaría a nosotros que se hiciera.

Pero acontece una cosa muy extraña. Se reivindica el Evangelio sin aclarar nunca en qué consiste. Está claro que no se podría dar una información cada vez que se lo denomina, pero con solo que cada vez se dijera una pequeña característica…
Nosotros, Josefina Pagès y un servidor, Antoni Ferret, queremos variar la situación dándole un tumbo: exponiendo muy brevemente los principales valores humanos y sociales de los evangelios que podrían interesar a los trabajadores/as.

Exponer sus valores religiosos es trabajo de los sacerdotes en la misa de cada semana. Nosotros, que también aquí solemos intervenir, queremos asumir una tarea paralela. I… ¿qué os parece? Empezaríamos por decir que, de valores, ni de un tipo ni del otro, no hay demasiados… Pero los hay!! Ni son conocidos ni son practicados.

Los autores que reivindican tanto el Evangelio a menudo piensan que ¡es quiéen sabe qué!, y hay que decir que tampoco es una panacea. Tantos (o más) valores tienen algunos textos de los profetas en defensa de la justicia. En esto parece que haya un consenso universal en el sentido de no hablar de ello. Declaramos nuestra total disconformidad con este silencio, que rompemos tantas veces como podemos.

Para huir de una explicación masiva, expondremos lo más práctico: los núcleos que ya fueron explicados y/o escritos con la intención de que fueran una enseñanza plural, de varias cosas. Y la primera sorpresa a reconocer es que… solo encontramos 5.

Antes de empezar, hemos excluido todos los datos y las explicaciones de la infancia de Jesús. Y también todos los datos de después de su muerte. Y los cinco mejores núcleos de enseñanzas creemos que son:

Las Bienaventuranzas. El Sermón de la Montaña (de hecho, son contiguos). La explicación de Jesús de después del supuesto Juicio final. Las parábolas más importans. Y el sermón que expone el evangelista Juan después de la cena pascual.

Damos carta negra a muchas de las supuestas curaciones, sobre todo a paralíticos, ciegos y leprosos. Las otras curaciones sí que ?pueden?? haber existido, si se hicieron con la técnica oriental de siempre, de la ?imposición de las manos??.

Las bienaventuranzas. Un concepto y un tipo de felicidad del todo diferentes. Jesús describe los que, según él, son realmente felices. Mencionamos solo los cuatro casos que creemos principales. En la versión, más completa, de Mateo.

«Felices los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino del cielo.
Felices los que están tristes, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque Dios los saciará.
Felices los perseguidos por el hecho de ser justos, porque el Reino del cielo es de ellos.» (Mateo 5: 3-12).

Queremos advertir que la primera bienaventuranza, en el texto de Lucas, dice ?Bienaventurados los pobres??, todo simplemente. Creemos que, probabilíssimament esta es la versión de Jesús, y que Mateo lo quiso hacer más asequible a los ?ricos que tuvieran un espíritu de pobreza??.
¡Alerta! Cuando Jesús dice ?felices??, no quiere decir estar contento y/o riendo. ¡Jesús va mucho más lejos! Nos indica un sentimiento de gran satisfacción y sentirse realizado en la vida.
…….
El Sermón de la Montaña, según Mateo y Lucas (probablemente un conjunto de textos dichos en diferentes ocasiones, pero, si es así, muy buena tarea literaria). Seleccionando los más importantes, ¿qué valores humanos se salvan?:

La vida. ?Pues yo os digo: El que se irrite con su hermano será condenado por el tribunal; el que lo insulte será condenado por el Sanedrín (tribunal supremo de Israel), y quien lo maldiga acabará en el fuego del infierno.??
La fidelidad en la pareja. ?Pues yo os digo: Todo quien mire la mujer de otro con el deseo de poseerla, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.??

La no venganza. ?Pues yo os digo: No os volváis, cuando alguien te hace daño.??
El secreto personal de la limosna. ?En cambio, tú, cuando hagas limosna, mira que la mano izquierda no sepa qué hace la derecha, para que tu gesto quede escondido, y tu Padre, que ve lo que está escondido, te lo recompensará.??

La individualidad de la plegaria. ?En cambio, tú, cuando reces, entra en la cámara más retirada, enciérrate bajo siete llaves y ruega a tu Padre.??
Dios y el dinero. ?Nadie puede servir a dos señores, porque, si aprecia al uno, aborrecerá al otro, y si hace caso del uno, no lo hará del otro. No podéis servir a la vez a Dios y al dinero.??
…….
La explicación del Juicio final. (Juicio supuesto y creído entonces.) ?Venid, bendecidos de mi Padre, recibid en herencia el reino que ?l tenía preparado (…) Porque tenía hambre y me disteis de comer, tenía set y … Os lo aseguro: todo aquello que hacíais a uno de estos hermanos (…) a mí me lo hacíais.??
………
Parábola del buen samaritano
Versión de Lucas, que es el único que la explica.
Pero él [un maestro de la Ley], con objeto de justificarse, preguntó a Jesús:
¿Y quiénes son las personas que tengo que querer?

Jesús contestó diciendo:
Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandoleros, que lo desnudaron, lo apalearon y se fueron dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por aquel camino un sacerdote; cuando lo vio, pasó de largo por la otra parte. Igualmente un levita llegó a aquel lugar; vio al hombre y pasó de largo por la otra parte.

Pero un samaritano que iba de viaje llegó cerca de él, lo vio y se compadeció, se le acercó, le limpió las heridas con óleo y vino y se las vendó; después lo subió a su propia cabalgadura, lo llevó al hostal y se ocupó de él. Al día siguiente sacó dos denarios y los dio al hostalero diciéndole:
Ocúpate de él y, cuando yo vuelva a pasar, te pagaré los gastos que hagas de más.

¿Cuál de estos tres te parece que se comportó como prójimo del hombre que cayó en manos de los bandoleros?
?l respondió:
Quien lo trató con amor.
Entonces Jesús le dijo:
Ve, y tú haz igual.

Parábola del hijo pródigo
Versión de Lucas, que es el único que la explica.
Y dijo todavía:
Un hombre tenía dos hijos. Un día, el más joven dijo al padre:
Padre, dame la parte de la herencia que me toca.
?l les repartió los bienes. Al cabo de unos cuantos días, el más joven vendió todo lo que tenía y se fue con el dinero a un país lejano.

Una vez allí, dilapidó su fortuna llevando una vida disoluta. Cuando se lo hubo malgastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y empezó a estar en apuros. Entonces se ofreció a un propietario de aquel país, que lo envió a sus campos a pacer cerdos. Tenía ganas de hartarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Entonces reflexionó y se dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra y yo aquí me estoy muriendo de hambre!

Iré a encontrar a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que me llamen hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros. Y se fue a encontrar a su padre.
Todavía estaba lejos que su padre lo vio y se conmovió, corrió a echársele en el cuello y lo besó. El hijo le dijo:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que me digan hijo tuyo.

Pero el padre dijo a sus criados:
Pronto, traed el traje mejor y ponédselo, ponedle también el anillo y los pendientes, traed el novillo gordo y matadlo, comamos y celebrémoslo, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos recobrado.
Y se pusieron a celebrarlo.

Mientras tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Cuando, de vuelta, se acercó a la casa, escuchó músicas y bailes, y llamó a uno de los criados para preguntarle qué era aquello. ?l le dijo:
Tu hermano ha vuelto. Tu padre lo ha reencontrado en buena salud y ha hecho matar el novillo gordo.

El hermano mayor se indignó y no quería entrar. Entonces su padre salió y le rogaba. Pero él le respondió:
Hace muchos años que te sirvo sin desobedecer nunca ni uno solo de tus mandamientos, y tú todavía no me has dado un cabrito para hacer fiesta con mis amigos. En cambio, cuando ha vuelto este hijo tuyo, despojado de consumir tus bienes con prostitutas, has hecho matar el novillo gordo.

El padre le contestó:
Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo que es mío es tuyo. Pero había que celebrarlo y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos reencontrado.

Parábola de la oveja perdida
Versión de Lucas.
Jesús los propuso esta parábola: Si un hombre de entre vosotros tiene ciento ovejas y pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el desierto y va a buscar la perdida hasta que la encuentra? Y cuando la ha encontrado, ¿no se la pose a los hombros lleno de alegría y, llegando a casa, invita los amigos y los vecinos diciéndoles: venid a celebrarlo conmigo: he encontrado la oveja que había perdido?
Igualmente yo os digo que en el cielo habrá más alegría por un solo pecador que se convierta que no por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
………..
Sermón de después de la última cena
El evangelio de Juan se diferencia de los otros tres en el hecho de que, más que de un autor, parece que es obra de una comunidad de creyentes, que tenía preocupaciones diferentes que los tres textos evangélicos anteriores. Pero, de todas maneras, el autor material, Juan, lo marca mucho con su espíritu ilusionado, sobre todo con este sermón de la cena pascual, lleno de cosas muy ilusionantes y repetitivas.

Los tres números fuertes del sermón son el lavado de los pies de los discípulos, la acusación de traición de Judas (que no creemos) y el anuncio de las negaciones de Pedro. Pero la materia principal del autor son las promesas y los ruegos que, supuestamente, habría hecho Jesús.
Promete solemnemente el Espíritu santo, que se supone que tendría que haber iluminado e impulsado la Iglesia. Nosotros creemos que lo ha hecho muy poco, pero recordamos la frase contundente: ?No podéis servir a Dios y al dinero.?? Pero una cosa que siempre se ha dicho es que el Espíritu sopla por allá donde quiere, y no solo por las autoridades.

Muy importante es la parábola de ?Yo soy la cepa, y vosotros los sarmientos??, ?si estáis unidos a mí, daréis mucho fruto??, pero nosotros rechazamos las frases: ?Sin mí no podéis hacer nada?? (por excesiva), y ?los sarmientos que no den fruto serán tirados al fuego?? (por tremendista).
Y la cosa que consideramos más mala es el mal concepto que tiene Juan del mundo, muy especialmente en la frase que hace decir a Jesús, y que nos atreveríamos a calificar de herética: ?Yo ruego por ellos [los discípulos]; no ruego por el mundo.?? ¡Dónde se ha visto!!!