Comunidades Cristianas Populares
Xarxa Cristiana de València se manifiesta ante la nota de la Conferencia Episcopal
UNA VOZ MÁS ANTE LA NOTA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL
Ante la ?nota?? de la Conferencia Episcopal sobre las elecciones, han salido ya numerosos comunicados de respuesta. Seguramente es bueno que así sea para hacer ver que desde distintas posiciones, y sin acuerdo previo, se coincide en gran parte en su valoración. El lenguaje sibilino de la ?nota?? en la que dando ?pura doctrina?? todo el mundo ha captado lo que no dice, es significativa la ambigüedad, cuando no cinismo, de lo que se dice y no se dice, y lo que se quiere decir y no se dice…
Sin entrar en analizar el contenido, comentamos sólo algunos aspectos externos:
1.-Naturalmente que respetamos el derecho de los obispos a participar en la vida pública y su libertad de expresión. Pero lamentamos que su voz no sea profética y evangélica sino partidista e interesada.
2.-No nos resultan creíbles. Que no vengan los obispos, en representación de la Iglesia Católica, a darnos lecciones de democracia, cuando ni la Iglesia como institución, ni los obispos, son en nada ejemplo de democracia, pues dependen del único Estado que no admite mujeres en ningún cargo, ni ha suscrito aún la Declaración de Derechos Humanos.
3.-El Concilio Vaticano II encarga el ?compromiso temporal?? a los laicos y laicas. Respeten los obispos esa autonomía de los seglares en la Iglesia y su libertad de conciencia y decisión. Trátennos como personas adultas.
4.-Muchos cristianos y cristianas no nos sentimos representados por ellos en esas manifestaciones. No sólo porque no han sido elegidos democráticamente por nosotros, sino porque tampoco captan el sentir de gran parte del pueblo de Dios. Así que preferimos manifestar nuestro desacuerdo con sus proclamas.
5.-Vivimos en una sociedad laica y plural. Ya basta de añoranzas del nacional-catolicismo, y de chantajes y amenazas al poder legítimamente constituido. Más aún cuando parece que más defienden sus propios privilegios de poder que los que deberían defender desde el Evangelio: los intereses de los sectores más empobrecidos y oprimidos de nuestra sociedad.
6.- Es razonable, por tanto, que reclamemos la autofinanciación de la Iglesia Católica y la revisión de los acuerdos con la Santa Sede. Queremos un estado laico y firme en la defensa de los derechos de la ciudadanía. La Iglesia, desprovista de poder y privilegios, ganaría en libertad y credibilidad evangélicas.
Les pedimos, en definitiva, que mantengan siempre el Evangelio como guía de actuación: demos al César lo que es del César.