ataquealpoder
Desde hace siglos, la Iglesia ha pretendido definir qué es una “vida honrada”. Ha trazado sus líneas con reglas, mandatos, prohibiciones y dogmas. Nos ha dicho, con una autoridad que muchos consideraron incuestionable, cómo debemos vivir, pensar, hablar, amar, incluso sentir. Pero ¿qué ocurre cuando esa “honradez” no nace del corazón libre, sino del temor al castigo o del deseo de ser aceptado por una estructura? ¿Es eso verdadera honradez? Ver noticia original en …