Un torero pávido -- Pedro Serrano Martínez

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Tenemos un presidente del Gobierno que no parece creer en la democracia. Si creyera, tendría en cuenta que el pueblo es soberano y no un soberano tonto; si creyera, comparecería más a menudo en sede parlamentaria y ante los medios de comunicación para dar cuenta de sus innumerables promesas incumplidas; si de verdad creyera, respetaría la fundamental labor democrática de los periodistas y permitiría preguntas en las ruedas de prensa y comparecencias o declaraciones, como las últimas que ha hecho para desmentir la autenticidad de la supuesta contabilidad interna del ex tesorero, Luis Bárcenas.

Tenemos un presidente del Gobierno que se comporta como un torero, pero como un torero pávido. Solo cuando la plaza está llena y los espectadores reclaman vivamente su presencia, solo entonces, sale tembloroso al ruedo; pero no para torear a pecho descubierto en medio de la plaza frente al morlaco, sino para dar pases al aire tras el burladero. De modo que, ante la forma de actuar de tan peculiar y timorato torero, no se puede pedir o esperar el respeto y la admiración del respetable, sino la reprobación, la indignación y el abucheo del mismo.
Valladolid