REFLEXI?N 1: TRUMP ES UNA VERG?ENZA
Que Trump sea fruto de unas elecciones democráticas no puede impedirnos manifestar nuestra disconformidad con las disposiciones que está firmando. Hay muchísima gente que con razón se avergüenza de lo que este personaje parece que intenta hacer: cambiarlo todo, pero para peor.
Pero lo vergonzoso no sólo es el muro que quiere seguir haciendo entre EE.UU. y México, ni los arbitrarios impedimentos para que entren determinados extranjeros, ni los permisos para actuaciones de violencia contra el medio ambiente, ni la pretensión de dejar sin sanidad pública a los más débiles de la sociedad estadounidense, etc., que también.
Dan igualmente vergüenza los que apoyan a Trump, dan vergüenza los personajes de los que se está rodeando, dan vergüenza los que votaron a quien ya se presentó con modos negativamente disonantes y con rasgos xenófobos, machistas, etc. Y también dan vergüenza los que por comodidad no participaron en las elecciones para impedir su triunfo.
Dan vergüenza todos los que no se manifiestan en contra de quien en la cúspide del poder de este mundo está despóticamente pisoteando importantes derechos humanos. La calle, la red, todas las instituciones tendrían que ser un clamor de rechazo a un personaje tan impresentable. Juntémonos todos en un grito de protesta tan ensordecedor que le obligue a dimitir.
REFLEXI?N 2: TRUMP, EL NEOLIBERALISMO A CARA DESCUBIERTA
En parte Trump ha sido una sorpresa. Muchos creíamos que no ganaría las elecciones y otros que no sería capaz de hacer lo que decía. Estábamos acostumbrados a oír muchas promesas en tiempos de elecciones que luego no se cumplían. Se pensaba que con un discurso tan groseramente ultraderechista y tan radicalmente neoliberal sólo quería captar algunos votos más.
Pero no, vemos ahora que iba en serio. Tenemos la esperanza que le fuercen a entrar en razón y cambie, que pase a hacer una política en favor del bien común de las Personas y de la Tierra y no para favorecer a los más poderosos y ricos, a los que mejor viven en EE.UU. Los apoderados del sistema, los que siempre están detrás moviendo los hilos del poder, quizás se den cuenta de las barbaridades que está a haciendo Trump y no le permitan que nos meta en un callejón sin salida, no sólo a los estadounidenses sino a todo el mundo.
Por otra parte, ante el neoliberalismo radical de Trump que quiere un Estado que ?deje hacer y pasar?? sin ningún tipo de control, estamos viendo la imperiosa necesidad de tener unas leyes que protejan a los ciudadanos en general, y en particular a los más débiles.
REFLEXI?N 3: VOTAR ES IMPORTANTE
Cuando hablamos de lo impresentable que es este personaje quienes lo defienden nos responden: ?ha sido votado democráticamente por los electores estadounidenses??. Trump nos está haciendo ver lo importante que es votar, pues todos los políticos no son iguales. Y si fuera así, habría que buscar otros. A veces tenemos miedo apoyar las nuevas opciones que aparecen y podrían ser la solución para regenerar sociedades donde el poder está bastante corrompido. Estamos viendo lo importantes que son las elecciones y que debemos ser especialmente militantes para animar a votar a quienes creemos que elegirán a los mejores políticos.
Sabemos que la democracia es mucho más que elegir a quienes queremos que nos gobiernen. Hay que tener cauces de participación popular para controlar la actuación de los políticos. Y aprovecharlos ejerciendo de ciudadanos responsables. Resumir nuestra actuación en lamentar lo mal que lo hacen nuestros dirigentes y en criticarlos en los corrillos donde se desarrolla nuestra vida, sirve de poco o de nada.
REFLEXI?N 4: ¿QU? DICE AHORA EL CARDENAL BURKE?
No hace mucho recordaba lo que el cardenal Burke decía de Trump después de su triunfo electoral: ?el pueblo estadounidense ha votado sabiamente??, ?Trump es una persona que entiende de los valores que son de importancia fundamental para los católicos?? y que él estaba ?convencido de que llevará a cabo la defensa de la vida humana desde la concepción… y pondrá en marcha todas las acciones posibles para luchar contra el aborto??. El Cardenal destacó también que Trump ?muestra una gran disposición a escuchar a la Iglesia sobre estos asuntos: la vida humana, la integridad del matrimonio y la familia o la libertad religiosa??. Y alaba también a Trump porque nombró para su campaña a 30 asesores católicos.
Hay que estar atentos por ver si se retracta el ?conspicuo?? cardenal al observar la catadura de los primeros decretos firmados por su presidente. A veces el color del cristal de la ideología que uno profesa no nos deja ver la verdad de lo real, que en este caso es el sufrimiento que sus decisiones van a provocar en los extranjeros que sean expulsados, en las familias que no les dejen entrar de visita en los Estados Unidos, en los que queden desprotegidos de sanidad pública??etc.
Felizmente en EE.UU. se han levantado voces importantes que no piensan como el cardenal Burke. El arzobispo de Newark, cardenal Joseph Tobin ha dicho que Trump «es lo opuesto de lo que significa ser estadounidense», que «las acciones ejecutivas no muestran a los Estados Unidos como una nación abierta y acogedora», que «cerrar fronteras y construir muros no son actos racionales??. «Detenciones masivas y deportaciones colectivas no ayudan a nadie; estas políticas inhumanas destruyen a familias y comunidades».
Igualmente el cardenal de Chicago, Blase Cupich, afirma que se está viviendo «un momento oscuro en la historia de EEUU». «La orden ejecutiva de rechazar a los refugiados y cerrar nuestra nación a los que huyen de la violencia, opresión y persecución -muchos de ellos musulmanes- es contraria a los valores tanto católicos como estadounidenses». Califica las decisiones que se están tomando de «crueles e ignorantes de la realidad» -tomadas, además, de forma «precipitada y caótica».
Unámonos todos a estas voces valientes de condena que, al lado del rechazo que la política de Trump está recibiendo en las calles de muchas de las importantes ciudades de EE,UU., quizás puedan parar el maltrato de los derechos humanos y de la Tierra, ejercido por un grupo de poder estadounidense liderado por Donald Trump.
José María Álvarez