El rincón del peregrino
En tu aurora, en esta tierra tuya, todos tus hijos, todos, son muy queridos
¡Oh, Madre!
Verdadero corazón del Sol de Justicia.
¡Aplaca la ira de tu hijo contra todos nosotros!
Para que, reconociéndote como Madre,
tu hijo reconozca nuestro nuevo corazón
y así se apiade de todos, de todos nosotros. Ver noticia original en …