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Queridos hermanos y hermanas,
Es con gran alegría que les dirijo este mensaje a todos los participantes en la 13º Congreso Nacional de las Comunidades Eclesiales de Base, que tiene lugar entre el 7 y el 11 de enero de 2014, en la ciudad de Juazeiro do Norte, Ceará, bajo el lema «Profecía y la Justicia en el Servicio de la Vida».
En primer lugar quiero asegurarles mis oraciones para que esta reunión sea bendecida por nuestro Padre Celestial con las luces del Espíritu Santo que les ayuda a vivir con renovado entusiasmo los compromisos del Evangelio de Jesús dentro de la sociedad brasileña.
De hecho, el lema de esta reunión: «CEBs, trabajadores del Reino en el campo y la ciudad?? debe sonar como una llamada para que estas asuman cada vez más su importante papel en la misión evangelizadora de la Iglesia.
Como recuerda el Documento de Aparecida, las CEBs son una herramienta que permite a la gente «obtener un mayor conocimiento de la Palabra de Dios, a un compromiso social en nombre del Evangelio, el nacimiento de nuevos servicios laicales y la educación de la fe de los adultos».
Y recientemente, dirigiéndome a toda la Iglesia , escribía que las Comunidades de Base «traen un nuevo impulso evangelizado y una capacidad de diálogo con el mundo que renueva la Iglesia», pero para ello es necesario que ellas «no pierdan el contacto con esta muy rica realidad de la parroquia local y que se integren de buen grado en la pastoral orgánica de la Iglesia particular» ( Exhortación Apostólica. Evangelii Gaudium, 29).
Queridos amigos, la evangelización es deber de toda la iglesia y de todo el pueblo de Dios: todos debemos ser peregrinos, en el campo y en la ciudad, llevando la alegría del Evangelio a cada hombre y a cada mujer.