Me encanta reproducir traducidas al castellano las reflexiones de Teresa Forcades en Vilaweb. Confieso que, con la que está cayendo, la estaba echando de menos.
Me gusta la rebeldía de algunas monjas de los Estados Unidos (pero también de Catalunya y España) en contra de esa obediencia bobina, esta misoginia de Cruzada y esa estupidez santificada de los jerarcas de una Iglesia caduca, casposa, medieval?? También en la Iglesia, son las mujeres (en este caso, las monjas) quienes aportan ideas, abren ventanas, conectan con el mundo??
Creo que las mejores declaraciones de la monja benedictina se comentan aquí en relación con el aborto, pero siempre se la recordará por cómo desmontó la enorme tramoya de la Gripe A desvelando el turbio y a la vez rentable negocio que suponía para algunas industrias farmacéuticas. Gracias a la incompetencia de los máximos responsables de la sanidad en todo el mundo, las farmacéuticas se quedaron con buena parte de nuestros impuestos vendiendo unas vacunas inútiles cuando no peligrosas, cuando ya esta crisis/estafa exigía, por el contrario, asegurar la financiación de los servicios públicos.
Durante un tiempo, Teresa Forcades pareció que desaparecía de la vida pública. Pero las estrictas normas de San Benito no pueden impedir que su voz se oiga cuando faltan voces para la verdad y la rebeldía. Y ahora, en título de Vilaweb, Teresa Forcades denuncia cómo se desmantela el estado del bienestar que ?costó sangre y revoluciones del siglo XX? y pide que los políticos corruptos comparezcan a la justicia por la crisis económica, como han hecho en Islandia, y ?como Correa en Ecuador: hay que investigar la deuda externa y no pagar lo que sea ilegítimo ?. Y se pregunta ?si nos permitimos pensar en una alternativa al capitalismo?, porque ?el libre mercado es una falacia que oculta quien lo regula, y desde dónde?.
Para Forcades el mercado es ?un eufemismo o una burla hablar de libertad de mercado. Para las grandes empresas que se deslocalizan cada día es más fácil operar en el ámbito internacional, pero para los trabajadores, no: cada día tienen leyes de inmigración más estrictas y los movimientos más controlados??. Y se pregunta: ?? ¿No forman parte del mercado, en este sentido amplio, los trabajadores? ¿Se puede considerar libre este mercado, si no tiene en cuenta todos los miembros que lo integran???
Teresa Forcades explica: ?Hasta hace poco hablábamos de capitalismo salvaje de EEUU, pero en Europa se hablaba de capitalismo del estado del bienestar. El beneficio no puede ser la última razón de la toma de decisiones, porque no favorece las relaciones igualitarias y establece diferencias entre ricos y pobres. No todo el mundo nace con la misma inteligencia, talentos u oportunidades. En el marco del capitalismo salvaje la sociedad no tiene responsabilidad para compensar esto. Las compensaciones del estado del bienestar, que han costado sangre y revoluciones durante el siglo XX, se van desmantelando en estos últimos años de ofensiva neoliberal. Elementos como la enseñanza, la salud, la vivienda y la alimentación deberían permanecer al margen de la especulación.?? Y considera también que ?el mejor sistema no es el que tiene por objetivo de maximizar el beneficio, sino la hermandad ?? Las quinientas empresas más grandes del planeta tienen un beneficio que equivale al 51% de la riqueza del mundo.??
En su intervención, Forcades acabó preguntándose, desde un punto de vista antropológico, qué ocurre en la relación contractual entre empresa y trabajadores que venden su fuerza de trabajo para que el empleador maximice su beneficio cuando falla la ética??
Una ética (y ahora es la autora del blog quien retoma la palabra) que viene fallando desde hace tiempo?? si es que alguna vez existió.