Tere, nuestra obispa.
Así, con minúscula, sin mitra,
elegida en asamblea, aclamada,
coordinadora o presidenta
de este cacho de iglesia que es Moceop.
Mujer de iglesia, pero no de sacristía
sino de atrio, de estar a la puerta
atenta a quienes entran
y a quienes quedan afuera.
Porque ha sufrido en carne propia
sabe lo que es menosprecio,
y por eso muestra aprecio
a quien sufre.
Mujer, compañera, amiga y madre,
que tiene un cartel
en la puerta de su casa:
“abierta las 24 horas del día”.
¡Cómo quisiéramos una iglesia así!
Femenina y feminista, cordial y exigente,
alegre y servicial, acogedora.
¡qué cenas de compartir vida en su casa!
Tere, nuestra coordinadora,
elegida y aclamada:
¡¡GUAPA!!