?Tenerife tiene seguro de sol??, decía la canción del trío Los Mismos allá por los años 70, ahora también podemos decir que Tenerife tiene un Obispo, y menudo Obispo.
El Obispo de esta Diócesis canaria; Bernardo Álvarez, se descolgó con una serie de declaraciones al periódico local ?La Opinión??, nada menos que el día de Noche Buena, diciendo: «puede haber menores que si consientan los abusos, hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo; incluso, si te descuidas, te provocan».. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece». Al día siguiente el Vicario debió salir a la palestra para tratar de ?desfacer el entuerto?? y echarle la culpa a los medios de comunicación que lo ?tergiversan todo??.
Pero mire usted por donde, la periodista había grabado la entrevista y así pudimos escucharlo de sus propios labios sin error alguno, había dicho lo que dijo. Tal vez el exceso de misas o alguna copa propia de los festejos de estos días le llevo a decir lo que pensaba, sin recato alguno.
Lo malo de todo esto es que el prelado, justifica un delito, además referido a menores de edad y encima lo hace un superior de la Iglesia Católica, que tanto nos habla de moral y estos días del derecho a la vida de los no nacidos y en defensa de la familia ?perseguida y en peligro??, convocando manifestaciones en Madrid.
Yo me pregunto: ¿Que pensaran los padres de aquellos menores que han sido victimas de abusos sexuales? Es más ¿Qué opinaran aquellos que lo han sido por algún obispo o sacerdote? Yo, desde luego si fuese uno de estos padres y me lo echase a la cara, después de haberlo escuchado, estoy seguro que perdería los estribos y no respondería de mis actos. Siendo yo padre, me repugna que alguien pueda pensar así, pero como católico convencido, no debo por menos que pedir que sea cesado si antes no presenta la dimisión. Una persona que piensa de esta forma no puede ejercer un cargo y menos aun siendo un responsable cristiano. ¿Qué hubiese pasado si esto lo hubiese dicho un cargo político, un alcalde o un diputado, del partido que fuese?
Tal vez el Obispo Álvarez trate de justificar o aplaudir con sus declaraciones a las diferentes diócesis de la Iglesia católica, especialmente en Estados Unidos (Boston y Los Ángeles) implicadas en escándalos de pederastia, destapados y reconocidos en los últimos años, llegando incluso a comprar el silencio de los padres, retirando las denuncias a cambio sustanciosas cifras económicas.
Probablemente también puede ser que estas declaraciones sean fruto de la indignación, ya que hace dos semanas, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias emitió dos nuevas sentencias condenatorias contra el Obispado de Gran Canaria por «vulneración consciente» de los derechos fundamentales de las dos docentes de Religión despedidas en 2001.
En esta misma entrevista no solo dijo estas barbaridades referidas al abuso sexual de menores, si no que además se refirió a la homosexualidad como vicio, carencia o enfermedad y defendió fervientemente a la COPE y a Federico Jiménez Losantos.
Los Católicos, cuando la Iglesia es valiente, decidida y actúa conforme al Evangelio la aplaudimos, pero cuando se comenten abusos o se apela y justifican los delitos y máxime de este calibre, lo tenemos que denunciar para que otros no piensen que todos, dentro de la Iglesia, somos iguales. En Tenerife existe una gran comunidad Cristiana con muchas personas comprometidas, que no merecen un Obispo que los presida con semejante talante y forma de pensar. Jesús lo reprobaría y lo denunciaría, sin lugar a dudas.
Almería, 30 de Diciembre de 2007
Ginés J. Parra Córdoba.
Cristiano y Miembro de Comunidades Cristianas populares.