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Para discernir en qué medida somos Comunidades Eclesiales de base, en la primera parte de esta reflexión, hemos aportado dos criterios: (1) la humildad, el respeto y la valoración de la diversidad en las experiencias de CEBs, (2) la fraternidad real y concreta entre las y los miembros de la CEB.
En esta segunda parte queremos aportar otros criterios (que serán también retos) para el discernimiento:
Tercer criterio. En Medellín nuestros obispos dijeron y en Puebla repitieron literalmente: las CEBs son focos de evangelización. Es decir, las CEBs son esas experiencias comunitarias que realizan, sin descanso, la misión evangelizadora de la Iglesia, encomendada por Jesús.
Aquí es importante recordar lo que Jesús mencionó como su misión. Lc 4, 18 ss: Buena nueva a las y los pobres, anunciar a los cautivos su libertad, a los ciegos que pronto van a ver, a despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de la gracia del Señor. Lo repite a los discípulos de Juan el Bautista. Lc 7,22: Los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia la Buena Nueva a los pobres??.
Y sí aún dudamos nos ofreció los criterios para juzgar si hemos evangelizado o no: Mt 25,34 ss: Yo tenía hambre y me dieron de comer, tuve sed y Uds me dieron de beber, pasé como forastero y me recibieron en su casa, Anduve sin ropa y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme, estuve en la cárcel y me fueron a ver.?? Evangelizar es ser Iglesia en salida (Papa Francisco). Evangelizar es ir al encuentro con los pobres (Mons. Romero). Es ir en búsqueda de aquellas familias y personas que sufren, muchas veces en soledad. Familias en duelo o viviendo con inseguridades por un familiar desaparecido o en camino hacia el norte. Familias que sufren separación. Familias en miseria. Etc. Ofrecerles una experiencia fraterna, una mano fiel y construir amistad verdadera. Esto es el punto de partida para un largo camino. De ahí tenemos que aclarar que evangelizar no es ir a tocar puertas averiguando si están casados por la Iglesia o si tienen hijos aún no bautizados o confirmados o que no hicieron su primera comunión.
Esto es preocuparse por la sacramentalización de los católicos un tanto alejados. Evangelizar no es ir a leer algún texto bíblico en la puerta de la casa de las familias a visitar. Jesús no menciona nada de todo esto. También tenemos que reconocer que una comunidad que no evangeliza (en el sentido de Jesús, por supuesto) y se encierra en su propia dinámica de reuniones, celebraciones, oraciones y estudios,?? deberá cuestionarse seriamente para ser (o volver a ser) verdadera comunidad eclesial de base.
Un cuarto criterio y desafío de las CEBs tiene que ver con lo que en Medellín llamaron ?factor primordial de promoción humana y desarrollo?? y en Puebla ?motores de liberación y desarrollo??. Aquí no tenemos el espacio para la discusión sobre lo que es desarrollo y sus trampas. Hablemos de los dos otros elementos: promoción humana y liberación. Aquí estamos ante el compromiso socio político en la transformación (estructural) de la sociedad en que nos toca vivir. Quien está interesado puede volver a estudiar el casi testamento de Monseñor Romero pronunciado en Lovaina el 2 de febrero de 1980 llamado ?La dimensión política de la fe desde la opción por los pobres??.
Aquí nos encontramos ante los retos de ser participantes activos o mejor dicho hasta militantes en los movimientos sociales que luchan por la vida tan amenazada en nuestros países. La lucha por el agua y todo el medio ambiente, por una jubilación justa y digna, en contra de la minería metálica y la producción cañera que envenena la vida, por la transformación del sistema judicial para que se haga justicia y se respete a las y los pobres, por el derecho a la sindicalización en las maquilas y la lucha obrera por su salario justo, en contra de la corrupción en los espacios políticos, por viviendas dignas para cada familia, acceso a agua potable y electricidad, etc. Hablamos también de la participación activa en las ADESCOS, los comités de emergencia, los comités de salud en las colonias, ??
Es de aclarar que los obispos no dicen que se trata de que alguien de la CEB tenga ese compromiso, sino dicen con claridad que la comunidad eclesial de base (auténtica) es factor primordial de promoción humana, motor de liberación y desarrollo. Es decir, toda la CEB debería de asumir una u otra tarea socio ? política. Y la variada experiencia en esos compromisos enriquece la misma comunidad y la vincula estrechamente con todo el pueblo. Recordemos que ninguna conversión personal es auténtica sin su dimensión socio ? política, y ésta no dará resultado si no nace de la conversión personal como respuesta a la llamada constante de Cristo. (sigue en la parte 3) (3 de agosto de 2019)