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Acuerdo N.00697 – Ministerio de Bienestar Social ? 21 ? 1 – 1999SOLIDARIDAD CON SOLIDARIDAD CON NICARAGUA
CARTA A LOS OBISPOS. SACERDOTES, RELIGIOSOS, RELIGIOSAS, PUEBLO DE DIOS.
No podemos olvidar que hace cuarenta años apoyamos a Daniel Ortega, al Frente Sandinista de liberación nacional, para derrocar al régimen dictatorial de la familia Somoza. Los movimientos cristianos, el movimiento indígena, las comunidades de base, las centrales sindicales, (FUT), el frente de solidaridad del Chimborazo, con el Obispo Leonidas Proaño, enviamos cartas de solidaridad, realizamos marchas, para que el Frente Sandinista logre el triunfo de la libertad derrocando a la dictadura Somocista.
Ahora no podemos imaginar que la tortilla se vire, como dice la canción, y que el nuevo dictador igual y peor que Somoza tenga una actitud dictatorial semejante al Somoza de aquellos tiempos. No es posible que se dé la represión más sangrienta contra el pueblo nicaragüense, asesinando a estudiantes, trabajadores, campesinos, que han salido a las calles a reclamar los justos derechos, de paz, justicia, vida digna, y decir BASTA a la tiranía de la dictadura. Ahora de la familia Ortega.
Recordamos la solidaridad, que los grupos cristianos, junto con los movimientos populares de Ecuador, dimos a Ernesto Cardenal, a su hermano Roberto, al centro de Solentiname, a los obispos, a las comunidades de base, al frente de liberación, que, en aquellos momentos, fueron un ejemplo de la lucha por la liberación integral de los pueblos del continente, pregonada por la Conferencia de los obispos Latinoamericanos en Medellín
Ahora con el mismo espíritu de lucha que caracteriza al pueblo de Nicaragua, algunos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, el pueblo de Dios, con el cardenal Brenes, arzobispo de Managua, a la cabeza, se han puesto al frente de la lucha, como enseña el evangelio, a dar la vida por los hermanos.
Los creyentes y seguidores de Jesús, no podemos permitir que se continúe reprimiendo y asesinando al pueblo de Dios, a los jóvenes estudiantes. Debemos levantar nuestra voz para exigir que nuestros gobiernos presionen a los organismos internacionales, que no se cansen de exigir la pronta solución del hermano pueblo de Nicaragua. De igual manera a nuestros hermanos de las Conferencias episcopales. Y todos los que pertenecemos a instancias de apostolado de la iglesia pueblo de Dios.
Las lecciones que sacamos de esta lucha se ven reflejadas en que el pueblo nicaragüense, es un pueblo creyente en el evangelio, que lucha por la liberación integral del hombre, que algunos de sus pastores están dispuestos a dar la vida por sus hermanos. Los jóvenes fallecidos así lo han demostrado.
Nos queda la esperanza en la oración permanente, que debemos hacer por esta causa justa, para que prontamente cese la represión y la muerte y ante todo caiga la dictadura.
Mario Mullo Sandoval ? Rosa Leiva Valles — Presidentes — Quito, 28 octubre, 2018
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