Sin educación gratuita y universal, no hay democracia real -- Gabriel Sánchez (Montevideo-Uruguay)

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«La educación, como la luz del sol, puede y debe llegar a todos» José Pedro Varela
Montevideo, 12 de julio de 2011 ?
Hemos dicho, más de una vez, que estamos asistiendo en el mundo a dos fenómenos uno como consecuencia, casi nos atreveríamos a afirmar que natural del otro??La democracia representativa, o democracia formal, en buena parte del globo, se ha ido constriñendo cada vez más a los actos eleccionarios, con legislaciones o usos amañados que proclamaban el bipartidismo, o simplemente se aseguraran que las posibilidades las tuvieras quienes mantenían intactas determinadas dinámicas esenciales que hacen al sistema??

Ergo, el acto democrático de votar se iba vaciando de contenido democrático (valga la redundancia), porque en el fondo no había una verdadera elección, a esto se ha aunado que se ha confundido los procesos copulares, los acuerdos de cúpulas con la soluciones que las grandes mayoría de los pueblos requieren, incluso se ha llegado a entender que el interés de la nación??o país, esta por sobre el de esas mayorías (priorizando el pago de la deuda o el salvataje de la banca privada, por sobre la publica felicidad)??Es decir los re presentantes, quienes deben presentar las aspiraciones del pueblo, quienes deben re-presentar los intereses del pueblo no lo han hecho y han priorizado otros intereses, en directo antagonismos con el de las grandes mayorías??

A esta especie de vaciamiento democrático se ha sumado el hecho, no menor, de la cooptación de los organismos intermedios, canales naturales por donde la sociedad presenta sus aspiraciones, influye de alguna manera en las decisiones y democratiza el funcionamiento social, domesticando a centrales sindicales, campesinas e incluso a movimientos populares??mediante diversos métodos, que implican la extirpación de los sectores más movilizados y díscolos??

Esto ha generado un proceso al de una caries, que se tapa, pero que no se trata, se ha ido profundizando??y haciendo más dolorosas, hay países donde la situación fue tan contumaz, que se puede observar un estallido generalizado de la sociedad, poniendo en Jaque a todo el aparato del poder, en otros, se ha ido generando un proceso en constante crecimiento, en donde la protesta, hasta ir permeado toda la sociedad, o como en Grecia, en estado constante de confrontación??

En estos pensamientos estaba cuando puede leer detenidamente en el comprometido y veraz portal de ALAI (Agencia Latinoamericana de Información), el articulo titulado ?Las causas en del malestar social y la crisis en la Educación????

Interesante artículo que comienza??con una afirmación, que nos parece capital????Ya no hay dudas que las masivas y prolongadas manifestaciones de descontento en educación expresan un malestar social más amplio, el que a mi juicio se explica fundamentalmente por tres razones de carácter global:????*

Siempre que un movimiento masivo de movilización de los sociedad de desata, suele haber una cuestión puntual, pero cuando detrás de esa cuestión puntual, existe un proceso de desgaste democrático e institucional que va acumulando la insatisfacción, cuando no el sufrimiento popular, esa cuestión social puede ser la chispa de un estallido mucho más extenso??en donde se expresen, las postergaciones populares acumuladas y me atrevería a decir que intuyo que cuanto más sufrimiento publico han generado, más aluvional es la reacción??

Pero sigamos con este interesante análisis de un hombre de la Educación??que sin soslayar el tema, nos regala una mirada más global del proceso Chileno?? ?1. Los temas de fondo que han motivado históricamente los reclamos de amplios sectores sociales siguen estando pendientes, dado que no han sido resueltos o sólo se han abordado parcialmente, permitiendo que el malestar se mantenga y renueve acumulativamente cada año. Esta es por tanto una razón que tiene que ver con el Chile real y con la insatisfacción que produce el contenido del proyecto de país que se puso en juego: la promesa de crecimiento con equidad.

Lo no resuelto en educación se asocia a con un sistema legal y constitucional que permite la libre iniciativa y no garantiza el derecho a una educación digna, igualitaria y pertinente. Salvo en cobertura y expansión institucional, la sensación es que en 21 años no existe ningún avance efectivo; la situación de segmentación, inequidad y deterioro, provocada también por la propia expansión, es generalizada, tanto en el sistema público como privado y pareciera que con cada anuncio estuviésemos empezando de nuevo, con grandes ofertas de reforma (o revolución) que claramente no han ido al fondo de los problemas.??*

Quien habla es un educador, lo hace como dijimos hablando de los problemas de la educación, pero la gran mayoría de sus afirmaciones trascienden el problema de la educación y se sitúan no ya en otra serie de problemas conexos, como pueden ser la economía, o la administración de justicia, sino habla de un desencanto y la insatisfacción del proyecto de país??que es mucho más que aspectos puntuales??

2. Cada vez queda más claro que el sistema político vigente no representa adecuadamente las problemáticas más urgentes de la sociedad. Ni el gobierno, ni el parlamento, ni los partidos políticos logran interpretar el descontento y sus verdaderas causas; pero además, el modelo político no posee, y más bien niega, los mecanismos que garanticen efectivamente la participación y la incorporación de los intereses ciudadanos en la solución de los problemas.

No estamos en presencia entonces de un simple descontento con la llamada clase política, como si se tratara de un problema de estilo o de prácticas en que predomina sólo la rencilla permanente y el desinterés por gobernar o legislar. Más allá de que ello pueda estar presente en ciertos momentos, en la gran mayoría de los casos las discusiones terminan en amplios acuerdos e iniciativas legales, consensuadas entre los representantes de ambos bandos, con felicitaciones mutuas y sendas ceremonias; pero justamente ahí está el problema, en el carácter cupular, duopólico y excluyente del sistema político. Baste recordar la mediática salida que se le dio a la llamada revolución pingüina el año 2006, con los dirigentes de los partidos políticos alzando sus manos al cielo para consagrar un nuevo gran acuerdo (pre-parlamentario) que, sobre la base de sepultar las principales aspiraciones que motivaron el movimiento, prometía poner fin a los males en educación. Pero aquí estamos, seguimos igual y comienza a invocarse nuevamente la ya desgastada fórmula mágica del ?acuerdo nacional??. *

Los acuerdos copulares, terminan confundiendo la nación con quienes apenas la representan y entienden que el acuerdo entre quienes la representan es el acuerdo nacional, entonces, lo representativo??se pierde??por un lado van los intereses de quienes supuestamente son representados, el pueblo y por el otro??el de sus supuestos representantes??

Pero continuemos escuchando al Director Caro?? ?3. El rol permanente que jugaron tanto autoridades como dirigentes sociales y políticos concertacionistas durante sus años de gobierno, fue el de contención de las presiones sociales, frente a la necesidad estratégica de recuperación de la democracia y de gobernabilidad. Algo, que pudiera entenderse como necesario para un primer gobierno (Aylwin), se mantuvo inalterado durante todo el período.

El papel de ?tapón social?? que ejerció la coalición de gobierno durante dos décadas inhibió, contuvo, deslegitimó y también reprimió duramente -cada vez que fue necesario- a los movimientos sociales que escapaban a la racionalidad de la nueva razón de estado. Los sectores más precarizados y buena parte de la población que luchó por la vuelta a la democracia, ejerció -de comienzo a fin- una ciudadanía a medias, cautiva y temerosa de perder lo ganado, una ciudadanía en la medida de lo posible, escasamente peticionista y muchas veces domesticada por el clientelismo o las promesas electorales. Quienes gobernaban y los dirigentes sociales cooptados, utilizaron muy bien estos recursos, enarbolando una retórica de la doble responsabilidad: a) Instalar la necesidad de que las peticiones no fueran desmedidas para mantener los equilibrios macroeconómicos y también los equilibrios políticos, aquellos que supuestamente hacían posible la gobernabilidad. b) Asumir que en Chile, más allá del origen antidemocrático, las instituciones funcionaban y que ello era condición para la construcción de la democracia.

Con todo, resulta indudable que se gobernó con las reglas del modelo neoliberal y que las políticas sociales, al ser de focalización (no redistributivas) no alcanzaron para satisfacer las demandas básicas de numerosos sectores de la población, de lo contrario no se entenderían las actuales movilizaciones. Por estas razones, la función de contención social ejercida, devino en el establecimiento de un pacto social tácito que le dio estabilidad al modelo, pudiendo de ese modo desplegarse y consolidarse sin mayores contratiempos, con todas las consecuencias que hoy comienzan a verse con mayor claridad. Junto con la recuperación de ciertos derechos y libertades, en lo esencial allí estuvo el rol histórico de la Concertación como coalición de gobierno.??*

Poco hay que agregar a tan ilustrativo??análisis??bueno en realidad no se si llamarle análisis o descripción??tal vez sea un poco de ambas??Pero para focalizar algunos aspectos de la tesis con la que nos proponemos rematar esta reflexión vamos a decir algo bien claro, de lo dicho por Caro y que le he escuchado a muchos chilenos, es el que la concertación construyo este modelo y que no parece tener sustantivas diferencias con el gobierno de Sebastian Piñera??La otra que se ha construido un modelo agroexportador, que prioriza su inserción comercial internacional y el modelo neoliberal en lo interno, en donde sectores más o menos pequeños se han enriquecido, lo contrario de lo que ha sucedido con los sectores mayoritarios de la población??

Ahora bien, el modelo Brasilero y el Chileno que se parecen mucho, que un gran dirigente político, alguna vez califico de socialdemocracia devaluada??expresa en realidad, un modelo netamente neoliberal, construido sobre las ruinas de una socialdemocracia??Lo que hace que mantenga políticas focalizadas sin una distribución más justa de la riqueza (las políticas focalizadas, son importantes en una coyuntura de emergencia, o para sectores para los que la sociedad no tiene otra respuestas), pero esto no puede, ni debe soslayar la distribución de la riqueza, el crecer distribuyendo??como preconizan las mentes más preclaras del continente??

Imitar al modelo Chileno, es un error??existe una cierta intelectualidad de izquierda que así lo entiende, pero basta ver el grado de insatisfacción de grandes sectores del pueblo, para entender que no es el camino??La otra cuestión, es la necesidad en Chile y otros lugares de la región y del mundo, de crear alternativas políticas??articular la insatisfacción en articulaciones capaces de dinamizar una democracia alicaída??y ser portadores de iniciativas, programas, un modelo de país que exprese las necesidades de la grandes mayorías, eso pasa por reactivar la participación de la sociedad en los organismos intermedios y darles a esto no sólo voz, sino la capacidad de incidir en las grandes decisiones??

Si Chile y otros países que están en una situación similar, lo logran expresar la insatisfacción popular a partir de una articulación política con la potencialidad de cambiar el modelo, la situación podría volverse mucho generar mucho más sufrimiento y oscuridad??Nos solidarizamos con los compatriotas chilenos (compatriotas de la Patria Grande)??en su lucha por una Educación gratuita y Universal??y por la construcción de un modelo de país más justo, humano y fraterno??e invitamos a otros países a mirarse en el espejo que es Chile, no para imitarlo en sus equivocaciones, sino en el sueño y en las aspiraciones de su pueblo??

* http://alainet.org/active/47810

(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)