Se presenta en Madrid el nuevo libro de Juan Masiá, pese a las presiones -- Mª Ángeles López Romero

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Vivir en la frontera fue apadrinado por José Bono, Benjamín Forcano y Charo Mármol, en ausencia de Pedro Miguel Lamet
Las presiones que impidieron a Pedro Miguel Lamet acompañar a su amigo y hermano, el también jesuita Juan Masía, en la presentación de su último libro, y que «invitaron» al colegio de los Escolapios a no ceder sus instalaciones, no pudieron evitar que anoche «Vivir en la frontera» (Editorial Nueva Utopía), que así se titula, recibiera el aplauso del público asistente a un acto amable, cómplice y con vocación profética.

El ambiente del acto que tuvo lugar en la noche del jueves 4 de marzo, en el Colegio de los Escolapios de Madrid, apadrinado por el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, tenía aroma de resistencia, complicidad y catacumba.

No pudo estar Lamet, a quien su superior provincial había pedido «cordialmente pero con firmeza que no asistiera a ese acto», como explica en su blog «El alegre cansancio». Pero sí sus palabras, leídas por la directora de la revista «Al Andar», Charo Mármol. En ellas, el escritor definió a Masiá como un «profundo buceador de la conciencia humana» de quien este libro recopilatorio de artículos es «su mejor retrato». Destacó de él que es un demócrata, hombre dialogante, que no necesita que todos estemos de acuerdo con él, aunque reconoció su condición de provocador. «Masiá nos desnuda y eso da miedo porque deja a la gente a la intemperie», afirmó por boca de Charo Mármol.

Juan Masiá agradeció sus palabras desde la sencillez, la bonhomía y el sentido del humor que le caracterizan. Y deleitó al público asistente con anécdotas simpáticas que mostraban el talante de los obispos japoneses y de sus superiores en la compañía de Jesús y la cordial y fructífera relación mantenida con ellos durante sus años de estancia en el país asiático. También su manera de vivir en la frontera o, como reconoció, «estar en la cuerda floja».

Finalmente, José Bono advirtió que este libro, «apasionante», no es apto para ortodoxos, «porque es una ejercicio valiente de sana heterodoxia. Que no busca el escándalo, pero algunos se escandalizarán». Aclaró a continuación que la heterodoxia de Juan Masiá es «la de un hombre de fe. Ortodoxo en la fe y heterodoxo en el dogma». Por eso, dijo, «va a incomodar a quienes piensan que la Verdad es única y de su propiedad».

En un tono cómplice y cercano, y tras reconocer la satisfacción que le produjo que Lamet y Masiá «además de tenerme presente en vuestras oraciones me tuvierais presente en vuestros blogs» a raíz de un artículo suyo sobre el aborto publicado hace unos meses, afirmó rotundamente que «sin discrepancia no hay libertad y sin libertad, ni siquiera en Cuba, hay progreso que valga».

Juan Masiá Clavel (Murcia, 1941) vive desde hace 30 años en Japón. Ex director del Departamento de Bioética en el Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Sophia, profesor de ?tica y Antropología y ex director de la cátedra de Bioética de la Universidad Pontifica Comillas, ha trabajado por el diálogo intercultural e interreligioso. A raíz de una conferencia pronunciada en España en la que hablaba del preservativo, pero sobre todo de la situación anómala de la Iglesia española, en que la Transición a la democracia está aún por hacer, fue apartado de su cátedra en Comillas