Otro Mundo es posible
«Déjense contagiar por la santidad de Dios» (Papa Francisco).
El versículo del Evangelio que más se ha citado para invitar a la santidad, es el de Mateo 5,48: «Sed santos/perfectos, como vuestro Padre celestial es santo/perfecto», haciendo referencia a la cita del libro del Levítico (19,2). En la práctica de la espiritualidad cristiana, se fue identificando santidad y perfección, quedando esta última como el ideal del cristiano, y la vida sacerdotal o consagrada como el estado de mayor perfección.Ver noticia original en …