1. La Universidad de Los Ángeles indico que la vida de comunión es verdaderamente especial. Se descubrió que los lazos intensos contribuyen al fortalecimiento de la identidad y protección de nuestra salud y futuro. Constituyen un REMANSO en medio del mundo real, lleno de tempestades y obstáculos.
2. La vida de comunidad intensa contribuye a llenar los vacíos emocionales y nos ayuda a recordar quienes somos realmente. Después de 50 años de investigación, se identificó que existen sustancias químicas producidas por el cerebro que ayudan a crear y mantener lazos de amistad.
3. Los investigadores se sorprendieron con los resultados del estudio:?? Cuando es liberada la hormona OXITOCINA como parte de la reacción frente al estrés, los amigos sienten la necesidad de agruparse. Y cuando los AMIGOS se juntan, se produce una cantidad aún mayor de oxitocina , de dopamina (estimula el amor y la ternura) y de fenilananina (genera entusiasmo y alegría), que reducen el estrés más agudo y más bien provocan sensaciones agradables y divertidas.
4. Paralelamente, otro estudio demostró que los LAZOS EMOCIONALES ( auténticos, sinceros y leales) contribuyen a reducir riesgos relacionados con la presión arterial y el colesterol.
5. Se cree fehacientemente que la vida de comunión PROLONGA LA VIDA. (Las personas que no tienen óptimas relaciones de amistad, generalmente no gozan de buena salud).
6. Por eso, una vida intensa de comunión nos ayuda no solo a vivir más, sino también a vivir mejor. El estudio sobre la salud indica que cuantos más amigos tengamos, mayores son las probabilidades de llegar a viejos sin problemas físicos y con salud plena.
También se observó que la amistad ayuda a superar los momentos críticos (como la muerte del cónyuge ó de un pariente cercano) y se percibió que quien puede confiar en un ser muy amado, o en sus amigos, reacciona y se recupera en un lapso menor que aquéllos que no tienen nadie en quien confiar. El estudio concluyó que el afecto societatis constituye una excelente fuente de alegría, fuerza, salud y bienestar.
Reunirnos con afecto hace bien. Uno, cuando tiene esas experiencias, lo sabe aún sin estas confirmaciones de la ciencia biológica.
Un importante ingrediente es el motivo, a veces trascendente, como cuando se trata de Dios o un objetivo político, altruista.
Esos motivos suelen sostener a los grupos pero, quizas, ponen en un segundo plano a la relación amistosa. Pareciera que en algunas de sus enseñanzas Jesús enseña que no debe ser así, que la amistad está en el primer lugar de lo sagrado en la iglesia. Que no está en un segundo plano respecto a la adoración.
7. Las ?iglesias orgánicas?? apuntan al decir de Chiara Lubich a tener en primer lugar a Jesús En medio
Son grupos religiosos cristianos que se reúnen generalmente fuera de los templos, en espacios cotidianos, a compartir la palabra y las vivencias relacionadas con la fe desde la experiencia propia.
?En las iglesias orgánicas, lo que encuentra la gente es reciprocidad real, una comunidad real en la que todos se conocen, se llaman por sus nombres y comparten con los demás todo de sí??, relata el padre Leonardo Belderrain, teólogo de la capilla Santa Elena del parque Pereyra Iraola.
Esta forma de Iglesia no es nueva ni innovadora y tiene sus fundamentos en las páginas del Nuevo Testamento. ?La Iglesia no está supeditada al templo, ni a la presencia del cura?? Ir hacia adelante, en estas iglesias, es ir también hacia atrás, es encontrar en la primitiva comunidad de Jerusalén las raíces del estilo de iglesia que se construye hoy la reunión.
Además, asegura que muchos teólogos recogen de las escrituras bíblicas una cierta antipatía de Jesús por el templo y por eso reconocen a la Iglesia en la reunión de ?l con los apóstoles, juntos, sentados a la misma mesa.
Esta tendencia a volver a los orígenes se ha vuelto muy fuerte en los Estados Unidos y América Latina y, según estimaciones de estudiosos sobre el tema, hay, al menos, 30 mil grupos de iglesias orgánicas en el país del Norte.
?Lo distintivo de estos grupos es el grado de conocimiento y proximidad entre las personas que lo conforman, es el hábito de encontrarse y compartir??, sostiene Belderrain.
En la misma línea, Stan Perea, miembro de la mesa directiva de la Asociación para la Educación Teológica Hispana (AETH) que reúne a más de 1.200 teólogos latinos en Estados Unidos, sostiene que lo atractivo de estas agrupaciones para la feligresía reside en la restauración del sentido de pertenencia y orientación, a la vez que cuestiona si esto es una fortaleza de los fieles o una falla de la Iglesia.
La falta de un líder que lleve adelante las actividades que se realizan durante los encuentros no se traduce en una carencia, sino en la horizontalidad real con que se desarrollan las actividades grupales. ?Todos los integrantes del grupo participan públicamente de los tres grandes momentos de la celebración religiosa. El perdón se hace público frente a todas las personas congregadas, al igual que la oración de los fieles.
De ese modo, cada uno queda expuesto en sus necesidades, sus dolores y arrepentimientos, al igual que en el momento de dar gracias aparecen aquellas cosas gratificantes de la vida que se comparten con todos. Muchas veces hemos agradecido por un nieto recién nacido, o por alegrías personales que, por el nivel de conocimiento que hay entre todos los que concurren, alegran a todos??, en el inicio de cada mes la ente trae la ropa o los alimentos que pueda compartir y los elctrodomesticos que no usao le sobran y lo pone en común con los que lo necesitan.
Para muchos estos nuevos estilo de eclesiogenesis estan menos reñidos con el estilo Jesús para otros simplemente tienen que ver con el agotamiento de las liturgias y ministros showman de los años 90 que con lo masivo solo dieron un poco de calorcito a tantas necesidad de comunión de una hombre ayer seducido por una predica individualista y consumista y hoy en este invierno mas hambriento del Dios trinitario que nunca.
Capilla Santa Elena, Parque Pereyra Iraola. Argentina leonardobelderrain@ciudad.com.ar