Enviado a la página web de Redes Cristianas
«Este es el anuncio de Navidad: tu has sido tomado. Dios lleva en su cuerpo tu carne y tu sangre. Vuelve los ojos al pesebre. En Navidad, el Verbo Divino se hace carne en tu carne»
(Dietrich Bonhoeffer – de la prisión de Flossemburg, 1944).
Queridos hermanos y hermanas,
Esta Navidad, siento más que nunca la fragilidad de mí mismo y de todos/as nosotros/as, expresada en la pandemia que nos aísla unos de los otros/as y también revelada en la forma por la cual la sociedad reacciona a todo esto.
Muchas de las políticas nacionales parecen un túnel en lo cual no se ve la luz del final. Además, nuestras iglesias parecen cada vez más divididas. Algunos ministros y grupos cristianos celebran la Navidad en centros comerciales y en cuarteles. Montan pesebres como decoración y propaganda. Gracias a Dios, hay una minoría profética que acoge la Palabra que viene a este mundo, mismo si el mundo no la reconoce, como dice el prólogo del cuarto Evangelio en el día de Navidad. Siempre es una alegría consoladora creer que esta Palabra se hace carne no sólo entre nosotros, sino en nosotros.
Hace un año, esperaba el mensaje de Navidad del querido Pedro Casaldáliga que siempre venía y me ayudaba a actualizar el misterio de la encarnación para cada año. El año pasado, ya muy frágil e incapaz de escribir, Pedro dictó sólo la frase: «Veo a Dios en ti. Feliz Navidad».
Esta Navidad, quiero retomar esta palabra suya como mensaje para cada uno, cada una de ustedes. Con mucho afecto y verdadera gratitud, invito ustedes a contemplar esta encarnación de Cristo en el pesebre de nuestro cuerpo y en la tienda o cueva de nuestra vida.
Así, al ver esta presencia liberadora de Cristo en nosotros, podemos atestiguar al mundo la encarnación permanente del Cristo Cósmico, como nos nuestros pueblos originarios nos llaman a redescubrir el encanto de la naturaleza y a comunicarnos con los Espíritus o los Orijás.
Regocijémonos por los diversos signos de esta Navidad. En Brasil, durante todo este tiempo de la pandemia, en las diversas regiones del país, los campesinos organizados en el Movimiento de los Sin-Tierra (MST) han organizado una inmensa solidaridad a los que no tienen comida o casa. En estos días, la Academia Brasileña de Ciencias ha elegido a Davi Kopenawa, Chamán Yanomami, como miembro de la Academia. Al mismo tiempo, otro índio, Ailton Krenak fue elegido como intelectual del año. Es maravilloso que en el Brasil el intelectual del año sea un indio.
Esta Navidad, celebremos la confianza de que la manifestación del Cristo Cósmico nos salvará a nosotros y a la tierra. En medio de la oscuridad de la noche que se apodera de nuestro mundo, que la celebración de la Navidad de Jesús nos aporte fuerza en la misión de ser signos y testigos de esperanza; aquella esperanza que viene del vientre misericordioso del Espíritu Santo, Madre de la Vida. Mientras nos renueva desde el interior, Ruah comienza su trabajo de «renovar la faz de la tierra».
Es esta sed y esta alegre confianza lo que le deseo esta Navidad. Un cariñoso y feliz abrazo navideño.
El hermano de ustedes Marcelo Barros.