En estos días de Pentecostés los más de 150 colectivos de Redes Cristianas estamos dando la última revisión a las Propuestas Programáticas surgidas de la última Asamblea de Representantes del día 08 de mayo del 2010. Fue esta una asamblea extraordinaria con la que Redes Cristianas ha querido cerrar su primera etapa (2006-2010) de implantación y consolidación y, ante los nuevos desafíos socio-culturales y religiosos, abrir una segunda de más fuerte inculturación y articulación. En el fondo de este proceso está el axioma clásico ?non progredi, regredi est??, es decir, no avanzar es retroceder.
Y es que la realidad actual es terca y está presentando una imagen realmente compleja y hasta desconcertante. La crisis global que como tormenta de verano se cierne sobre el mundo occidental no se deja sentir solo ni principalmente en el plano material -con sus graves derivas de pobreza social y cambio climático-, sino que también está afectando seriamente a la dimensión espiritual y de sentido de la humanidad. Se trata de una crisis de humanidad de la que tampoco se salvan las confesiones religiosas. La Iglesia católica, por ejemplo, está atravesando en nuestros días una de sus mayores crisis de credibilidad y el mismo cristianismo, en un contexto cada día más secular, está perdiendo plausibilidad.
En este contexto, no es el principal propósito de Redes centrar su esfuerzo en la reforma de unas instituciones religiosas o civiles que ya han demostrado suficientemente su inviabilidad. Desde la apuesta decidida por el seguimiento de Jesús y la opción por los empobrecidos y marginados, pretende en esta segunda etapa explorar ese espacio que se sitúa en el límite, frecuentemente al borde de lo institucional, donde se están jugando hoy día las verdaderas alternativas tanto sociales como religiosas que necesitamos. Porque por ese espacio, generalmente a la intemperie, circula mucha vida que no cabe ni en las sociedades ?política y formalmente bien constituidas??, ni en las iglesias edificadas sobre fórmulas que se pretenden inamovibles y eternas. Es en ese ?espacio liminal?? donde Redes Cristianas encuentra a Jesús de Nazaret anunciando y descubriendo el Reino de Dios a la sociedad ?política y religiosamente incorrecta??, es decir, a los pobres y marginados del sistema.
Desde la inicial Carta de Identidad hasta hoy son muchas las cosas que han ido cambiando y están reclamando de Redes una nueva toma de postura. Durante el proceso de esta asamblea extraordinaria, se han ido evidenciando tres escenarios que reclaman nuestra mayor y más urgente atención. En primer lugar, la comunicación hacia fuera, que es nuestra ventana hacia el mundo, reforzando la expresión tanto la digital o virtual (la web) como la tradicional o analógica. Luego la expansión o vinculación con otras redes mundiales del mismo signo, sean creyentes o no, que están empeñadas en la búsqueda de alternativas al sistema y a sus instituciones. Y, finalmente, la mejora de la articulación interna de los propios colectivos desde los criterios de máximo respeto identitario y eficacia de las mediaciones.
Durante este proceso se han ido explorando las ventajas y dificultades de los diversos lugares capaces de albergar la III Asamblea General de Redes Cristianas prevista para el año 2011. Resultando, definitivamente, Andalucía como la propuesta más posible y convincente.