El rincón del peregrino
Y en tu debilidad de pobre, te haces más pobre siendo pobre para que nos fijemos más en ti
Un hombre que no vive para servir
No sirve para Vivir!
¡Quién eres Tú, que sin Ti no podemos vivir, y vivimos contigo cada día, sin Ti!
En la noche ya avanzada me susurras al oído de mi viejo corazón
Y en lo más profundo de mis entrañas
disfrazado con todo tu poder,
¡Llamas a mi puerta ya bien cerrada y bien guardada,
y con las cancelas bien altas y puestas! Ver noticia original en …