El rincón del peregrino
Hermano, hermana, en la soledad sonora de la gran ciudad,
Hermano, hermana, cansado de masticar cada día, el pan enmohecido de tu vida, bebiendo tus lágrimas de tristeza en el vaso de la indiferencia.
Hermano, hermana, en la soledad sonora de la gran ciudad,Ver noticia original en …