¿Pecado mortal para quién? -- Gema Segoviano, Grupo Fe y Espiritualidad de FELGTB+

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Este miércoles 19 de enero del 2022 aparecían unas declaraciones en la prensa sobre la entrevista que el obispo de Tenerife, D. Bernardo Álvarez, había concedido a un medio canario.
En esa entrevista llega a considerar que los homosexuales son personas que viven en pecado mortal y además indica cuáles son las premisas para saber si un acto es pecado mortal: «que la persona sea consciente de que es pecado; de que lo haga libremente; y que no esté condicionada por nada.»

Igualmente añade que «las personas sí son dignas de respeto aunque sus comportamientos sean «discutibles»».
Teniendo en cuenta las premisas para que un acto sea considerado como pecado mortal, yo me pregunto: ¿los políticos que han malversado y robado dinero, sabiendo lo que hacían, libremente escogido el paraíso fiscal y sin necesidades económicas urgentes, son también catalogados como pecados mortales?( Recordar el mandamiento de «no robarás».)

¿Los maridos, novios o parejas de mujeres que matan a estas mujeres y también a sus hijos e hijas, de manera violenta y por elección, sin estar coaccionados, son también responsables de un pecado mortal? (El mandamiento de «no matarás».) ¿Las empresas llamadas «fondos buitre» que se quedaron con inmuebles a base de engaños, sabiendo que actuaban libremente y sin coacción económica, dejando como resultado de sus acciones a miles de personas en la calle, son también responsables de un pecado mortal? ( Recuerdo ese mandamiento de «no desearás los bienes ajenos».)

Ante el silencio que siempre ha mantenido la jerarquía eclesiástica ante esos otros pecados mortales, no puede ser posible que el de amar a una persona y realizar un acto lleno de amor, sea pecado mortal.
Deberían de repasar sus ilustrísimas ya no el Decálogo de Moisés, sino los Diez mandamientos que organizó la iglesia a partir de ese decálogo, y tener la valentía de expresar esos otros pecados y de señalar, igual que hacen con las personas LGTB, a los pecadores políticos y económicos.

Esperemos que entre los documentos que se preparan en el Sínodo halla hueco para esta revisión.