El rincón del peregrino
Nacemos para amar Vivimos sin conocerlo Amando como podemos Y cuando esta Vida termina morimos sin quererlo
¡Hermano de Jesús, pobrecillo, porque sufres tanto!
Para el creyente, el alejado, el que no cree, a todos se nos dio el corazón.
¡Hermano de Jesús, pobrecillo, porque sufres tanto!
No hay mayor sufrimiento que no ser amado.
Ni mayor dolor que haber perdido
la dignidad del amor de ser hermano, del hermano…Ver noticia original en …