Hay ?familias cristianas?? que rechazan de forma categórica la reciente manifestación
convocada por la jerarquía eclesial española en Madrid. La nuestra es una de ellas. Lejos de
sentirnos acosados como cristianos en esta sociedad laica, plural y democrática, participamos
activamente para que ésta lo sea cada vez más, a través de las organizaciones sociales
correspondientes.
No vimos en la calle a la jerarquía de la Iglesia Católica ni contra la dictadura franquista, ni objetando con nuestros hijos contra el servicio militar, ni cuando ahora nos manifestamos en contra de guerras y ocupaciones injustas e ilegales, ni cuando defendemos lo de todos, lo público.
Tampoco la vemos manifestándose cuando cada semana es asesinada una mujer por
la violencia machista, ni cuando los obreros fallecen por deficiencias en sus condiciones
laborales, ni tampoco cuando los inmigrantes mueren sistemáticamente cruzando el estrecho
buscando un trabajo y una vida lejos de la miseria.
La vemos ahora defendiendo su influencia y sus privilegios, al lado de su interesado brazo
secular, impugnando leyes progresistas e igualitarias que no disminuyen ni limitan los
derechos de lo que ellos llaman ?familia cristiana?? sino que los extienden a la gran variedad de
familias que hoy coexisten en nuestra sociedad.
Dentro de la Iglesia, la vemos expulsando a teólogos y teólogas progresistas o silenciando e ignorando a comunidades de base que discrepan de su particular interpretación del seguimiento de Jesús o insultando con su postura a los numerosos grupos de cristianos homosexuales. La vemos, en resumen, imponiendo su corta y sesgada visión patriarcal al conjunto diverso de cristianos y tratando de extender la misma, de forma desesperada, al resto de la sociedad.
Comunidades Cristianas Populares, 31 de Diciembre de 2007