La pobreza y la violencia siguen teniendo rostro de mujer y de niña. De todas las mujeres que con su esfuerzo y su complicidad con los demás, llevan adelante la familia y hacen crecer a los hijos; cuidan de los enfermos y de los ancianos de su casa, y si pueden, además, trabajan fuera de casa??, y aún así, son víctimas de la violencia en las relaciones con los compañeros y familiares más cercanos. De todas las niñas que, metidas en mafias de tráfico de personas, son engañadas y deportadas sin papeles y se encuentran a merced de proxenetas que las fuerzan a prostituirse. ··· Ver noticia ···
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