Enviado a la página web de Redes Cristianas
Caminamos de Belén a Gaza
cantando con los pastores
cánticos de solidaridad.
Entre las ruinas encontramos a Jesús,
no recostado en un pesebre
sino entre escombros
llorando con los niños y niñas
aplastados por bombas criminales.
¡Qué dolor!
Casas destruidas, soledad, hambre, sed
y sangre derramada por los Herodes genocidas.
Un grito de angustia brota del corazón
de mujeres que ven morir a sus hijos,
es María al pie de la cruz.
Ángeles, testigos de la muerte palestina,
lloran lágrimas y sangre
y desde los cielos infunden valor
a los que sueñan y luchan
con esperanza por una nueva humanidad.
Te deseamos feliz Navidad
en solidaridad con la humanidad sufriente
y al mundo Paz y Fraternidad.
Mari Carmen y Fernando Bermúdez