Navidad: ¿dónde nace Jesús hoy? -- Arnaldo Zenteno S. J. ( CEB- Nicaragua)

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MARCO DE NUESTRAS CELEBRACIONES. En nuestra América Latina Jesús nace hoy en tiempos del Impe-rio de Reagan, Bush, Obama siendo sus reyezuelos o tetrarcas en América Latina los presidentes de Hondu-ras, Panamá, Colombia, Perú y otros semejantes. Y na-ce en medio del imperio de las poderosas transnaciona-les y del poderoso sin medida capital financiero.

Como Herodes el grande (¿grande?) construyen gran-des palacios, ciudades de un lujo insultante junto a la miseria más atroz. Ellos han impuesto, nuevos impues-tos y controles con el Plan Puebla-Panamá (PPP), los Tratados de Libre (¿libre?) Comercio, el Plan Colombia y el Plan Mérida.

Y contando con la complicidad del gobierno y narcos mexicanos, han creado una trampa de terror para los inmigrantes que pretenden invadir el santo imperio.
Así nace Jesús hoy en medio de una crisis económica fabricada por los poderosos- en particular por el omni-presente capital financiero- y que golpea aún más (¿se puede todavía más?) a los más pobres y excluidos.

Y Jesús nace entre los más pobres. Jesús nace en mal tiempo, en el tiempo de la crisis climática con su seque-la de lluvias y sequías más severas y más incontrola-bles que nunca, con las inundaciones muertos y pérdi-das de cosechas de lo más elemental como el frijol.

Nace Jesús en nuestros semáforos, en los asentamien-tos, en las comarcas más pobres, en los refugios donde están hacinados los damnificados de las lluvias. Nace Jesús especialmente en Haití con su quebranto de si-glos de ocupación y sometimiento de parte del imperio y sus semejantes como Canadá, y atropellado por sus Propias dictaduras.

Nace Jesús allí en medio del terremoto, los huraca-nes y el cólera, y la falta de solidaridad de las grandes potencias ante su hambre, su desamparo y su miseria sanitaria.
Nace Jesús así??en Belén y en el Pueblo más pobre. Pero no queda abandonado sin más, sino que está arropado con los pañales del amor solidario y el abra-zo materno y paterno de tantas Marías y Josés que luchan por la Justicia y se desviven porque tenga una vida digna.
Jesús nace sigue naciendo hoy pobre y entre los po-bres. Y misteriosamente su Nacimiento es Buena No-ticia para los Pobres de nuestros días y salvación pa-ra nuestro atribulado mundo. Desde Jesús y desde los pobres pastores de hoy, viene la Alegría y Espe-ranza para todo el Pueblo.

La salvación de nuestro planeta no vendrá desde Cancún ni desde las entrañas del imperio contami-nante y explotador de la Tierra, sino desde la sabidur-ía y amor de los Pueblos indígenas que cuidan y se dejan cuidar por la Pachamama.
La salvación de la humanidad no vendrá desde el po-der y el dinero, sino desde los que tengan hambre y sed de Justicia. Vendrá desde los Pobres que con un corazón como el de la viuda pobre del Evangelio en-tregan todo lo que tenían para vivir, entregan su vida, luchan y se organizan por un mundo justo, fraterno y solidario.

Este pequeño compartir navideño tiene dos partes. La Primera parte está formada por 6 sencillas con-versaciones sobre cómo se celebra de ordinario la Navidad y cómo soñamos celebrar la Navidad hoy en medio de nuestro mundo casi desquiciado, pero don-de también está viva la Esperanza, el hambre y sed de Justicia. Y donde están vivos los sueños de Jesús que sigue naciendo entre nosotros. La Segunda par-te es un artículo de Jon Sobrino sobre lo que nos trae la Navidad si la vivimos con Jesús y desde los Pobres.

La Navidad nos trae viva la plena humanidad de Jesús, su pasión por la Justicia y una Vida Digna para los más pobres y excluidos. Nos trae el seguir an-helando y soñando la Paz plena (Shalom) y nos trae el verdadero consuelo y fortaleza para hacer nuestro mundo más humano.

1.-LA NAVIDAD CRISTIANA Y LA NAVIDAD CONSU-MISTA.
En contraste con las Niñas y Niños que se la pasan en los semáforos pidiendo reales hasta las 10 u 11 de la no-che, están todas las luces de los grandes hoteles y resto-ranes de lujo.
Vivimos dentro del torbellino comercial de las compras y más compras, de los regalos y más regalos. Es el torbe-llino Consumista que tiene su dios y sus ídolos: Santa Claus y el dinero. Tiene también sus Santuarios: los grandes centros comerciales. Y todo esto en nombre o con el pretexto de la Navidad. Esta navidad comercial es buena noticia para los que tienen dinero, para los comer-ciantes, para los que reciben costosos regalos, para los Medios de Comunicación que rebosan de anuncios y más anuncios muy bien pagados.

Bueno de esa Mesa rica también caen algunas migajas-como caían de la mesa del Epulón que critica el Evange-lio. Migajas para los pequeños comerciantes, para los taxistas que hacen su agosto en diciembre, y para las Niñas y Niños pobres que reciben como gran cosa, un juguetito o unas monedas en los semáforos. Sin duda hay sus excepciones, hay gente que tiene dinero, que son justos en su trabajo y pago de salarios, y que com-parte con buena voluntad unos regalos para las Niñas y Niños desamparados.

También hay gente de clase media y gente pobre que comparte con los más pobres. Hay excepciones, pero en general el torbellino comercial y la competencia de rega-los, nada tiene que ver con la Navidad Cristiana.

Veamos algunos contrastes o mejor dicho contra-dicciones.
Jesús es la Buena Noticia de Dios para los Pobres a los que se anuncia la gran alegría del Nacimiento del Salva-dor. La navidad comercial es buena noticia para los ricos que ponen su salvación en el dinero y en el poder. No es buena noticia para los pobres. En la Navidad Cristiana el primer anuncio es a los Pastores Pobres. En la Navidad Comercial el primer y principal anuncio es para los que tienen dinero.

Jesús nace pobre y entre los pobres rodeado del amor y cariño de María y José. Jesús al nacer no tiene casa. En la navidad comercial, el que nace, renace y se multiplica es el dinero para comprar y gastar en regalos, grandes cenas, grandes paseos.
Jesús es la Buena Noticia de Dios para la Humanidad y especialmente para los Pobres y Oprimidos. La navidad comercial puede tener imágenes de Jesús en sus cen-tros comerciales, pero su dios es Santa Claus con su risa hueca.

En el centro de la Navidad Cristiana están la Justicia, el Consuelo de Dios y la verdadera Paz. En el centro está Jesús. En la navidad comercial y en el desenfreno con-sumista, no está Jesús en el Centro. Y en ese mundo domina, campea la injusticia. El consuelo que ofrece al pueblo es propaganda comercial, el que los pobres pue-dan ver los aparadores o se frustren más por no poder comprar buenos regalos. El consuelo del mundo neolibe-ral son palabras, palabrería: nos irá mejor con el TLC?? La felicidad está en los buenos regalos. Y también están las promesas politiqueras de que nuestra patria será me-jor cuando ellos gobiernen y se satisfarán las necesida-des y sueños del pueblo. Cuántos políticos electoreros, son Santa Claus con otro disfraz.

Y la Paz ¿cómo puede haber Paz sin justicia? Para Oba-ma, para Bush, como antes para Reagan y mucho más antes, para los conquistadores y todavía más antes, para el imperio romano que dominaba en tiempo de Jesús, la paz, su paz es impuesta por la guerra. La paz es la suje-ción, el dominio y todo el poder.

La Paz que trae Jesús a todas las Mujeres y Hombres de buena voluntad, es la paz de la verdadera fraternidad, de una vida humana íntegra. Es la paz fruto de la Justicia y del Amor. Es la Paz en que se respeta a los más pobres y oprimidos y en la que tienen un lugar especial los Ni-ños y Niñas hoy tan abandonados, y los emigrantes hoy de tantas maneras atropellados y aun masacrados.
Jesús mismo fue emigrante, con María y José. Y cómo celebran la Navidad tantos Nicas emigrantes en Costa Rica o los que son extorsionados o secuestrados rumbo a Estados Unidos.

La Navidad es recibir a Jesús con su vida, su mensaje con su clamor por la Justicia y su Mandamiento del Amor. Y esta Navidad, está ocultada y como dice Dom Pedro Casaldáliga: santa claus se ha robado del pesebre a Jesús. Sí se lo ha robado de muchos corazones, y en su lugar ha puesto al dios dinero, al consumismo. Y en lugar del sueño de Jesús, el Reino de Dios, una vida más humana y más justa, en su lugar está el comprar y comprar, tener y tener más. En lugar de la fiesta cristia-na, de la alegría en Jesús, la fiesta se mide por la abun-dancia de comidas, de bebidas y regalos. Y allí ¿dónde quedó Jesús? ¿Cómo lo haremos presente en verdad en esta Navidad? ¿Cómo contribuimos a que sea Buena Noticia para los Pobres?

2.-Otra Navidad es posible
Indignados por la total manipulación que estos días se hace de la Navidad, queremos manifestar que nos han robado la verdadera Navidad. La locura de anun-cios y adornos navideños que invaden las calles poco o nada tienen que ver con lo que significa el naci-miento de Jesús.

Estamos hartos del bombardeo constante a que nos somete la publicidad incitando a consumir y a com-prar lo que no necesitamos y a gastar lo que no tene-mos, utilizando la Navidad simplemente como un me-dio para aumentar ventas y beneficios.

Nos damos cuenta como este neoliberalismo salvaje en el que estamos inmersos produce valores contra-rios a la Navidad y al mensaje de Jesús, y hacemos un llamado firme a recuperar los verdaderos valores que la Navidad implica y a denunciar la hipocresía de este sistema que utiliza a Dios para promover el be-neficio empresarial mientras se olvida de los pobres, que son los preferidos del Padre. Hoy, para el pobre José, la pobre María y el pobre Jesús no habría lugar en los centros comerciales, ni en los supermercados, ni en los hoteles de lujo.

Queremos denunciar que este sistema neoliberal en el que vivimos excluye a las mayorías y beneficia a los más ricos y a las grandes empresas nacionales y transnacionales. Nada más lejos del mensaje de amor, solidaridad y fraternidad que nos trae el naci-miento del niño Dios.

Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de David un Salvador que es Cristo Señor. En esto lo reco-nocerán: hallarán a un niño recién nacido, en-vuelto en pañales y acostado en un pesebre??. (Lc 2, 11-12)

Nos imaginamos ?otra Navidad posible??, más cercana a ese Niño Jesús nacido humildemente en un pese-bre?? y que sigue naciendo hoy en los más pobres y excluidos. No queremos ese Santa Claus comercial, interesado solamente en promover ese consumismo exacerbado. Queremos abrir corazones y puertas a la llegada salvadora del Niño Dios. La solidaridad y la ter-nura se abrirán paso frente al individualismo, al egoís-mo y al consumismo.
Nos imaginamos una Navidad donde aprovechamos para hacer un viaje al interior de nuestro espíritu, allí donde habita el Dios de la Vida y le pedimos nos ayu-de a reconocerlo hoy entre los más pobres y excluidos y a luchar junto con ellos por una vida digna, como ?l quiere para todas sus hijas e hijos.

Nos imaginamos una Navidad sencilla, solidaria, ale-gre?? sin lujos, donde haremos presentes en nuestros corazones a todas las personas que sufren y que son las preferidas de Dios Padre y Madre: niños/as de la calle, trabajadoras explotadas en las maquilas, de-sempleados/as, enfermos/as sin acceso a la salud, campesinos del interior y pobladores de tantos ba-rrios que pasaran un día mas con hambre, nuestros hermanos trabajadores migrantes que pasarán la Na-vidad lejos de sus familias, las mujeres golpeadas y abusadas en tantos hogares, las Mujeres que también en Navidad para sobrevivir y llevar el pan a sus Niñas-Niños están en la prostitución

Soñamos, deseamos que nuestros corazones no pue-dan permanecer impasibles ante tanto dolor e injusti-cia y nos moverán a ponernos en marcha para buscar la manera de que toda esta situación, que es escan-dalosa a los ojos de Dios, cese de una vez por todas.
Y a nivel nuestras Comunidades queremos una Navi-dad Misionera. No queremos celebrar la Navidad en-cerrados en nosotros mismos, ni reducirla nada más a nuestras familias. Desde ellas y desde nuestras Co-munidades queremos ir más allá y llevar la Buena No-ticia de Jesús y celebrarla al menos con otros veci-nos, en otros sectores de nuestros Barrios y también con los que están de alguna manera excluidos.

Nos imaginamos y queremos otro Mundo Posible, otra América Posible, otra Patria posible?? justa fra-terna y solidaria como es el Nacimiento de Jesús.

3.- Navidad con pan, con alegría y con dignidad

Platicando con Mamás de nuestros barrios y caseríos.
Ya viene la Navidad con sus alegrías y con sus espe-ranzas. Alegría especialmente para sus hijitas e hiji-tos. Esperanzas para ustedes deseando una vida mejor con pan para los Niños y Niñas, con respeto para ustedes y su Dignidad como Mujeres.
Ya viene la Navidad con los anuncios y más anun-cios de compra de costosos regalos?? y ustedes con poco dinero. Y cuántas cosas quisieran comprar para sus pequeñitas y pequeñitos?? pero no hay dinero para ello.

Ya viene la Navidad. Ustedes quizá ya están pensan-do en la cenita de Navidad con algo sabroso y que esté al alcance de su bolsillo. Y por otro lado en con-traste con la pobreza de gran parte del Pueblo, los anuncios en la Tele y en la Radio hablan de pavo y otras comidas muy caras y de los banquetes en res-toranes y hoteles de lujo.

Ya viene la Navidad y para unas personas la Navidad tiene como símbolo a Santa Clos – que no es Santo, ni Santa. Que se viste con ropas gruesas para la nie-ve y estamos donde nunca hay nieve. Que tiene su risa hueca anunciando regalos para los que tienen mucho dinero. Santa Clos es el dios de los comer-ciantes y de los ricos. Es importación sobre todo de Estados Unidos. No tiene nada que ver con el Evan-gelio, ni con las costumbres y culturas de nuestros Pueblos de América Latina.

Ya viene la Navidad con el mejor de los Regalos: con Jesús, nuestro hermano y Salvador. Dios viene a no-sotros. Se llama Emmanuel que quiere decir: Dios con nosotras-nosotros. Se llama Jesús que quiere decir Salvador. ?l nace Pobre en Belén y no tiene ni una cunita. Pero está bien cuidado y arropado con los pa-ñales, el abrazo y el Amor de María y de José. Los ángeles lo anuncian como Alegría para todo el Pueblo. Alegría también para cada una de ustedes y sus fami-lias. Alegría para todas las compañeras de nuestro Proyecto Samaritanas, Alegría para todo el Pueblo.

Ya viene la Navidad con Jesús y con su Mensaje de Amor: ?l quiere y sueña con un mundo donde haya justicia especialmente para los Pobres. ?l quiere un mundo donde haya Pan, Trabajo, Techo para los Po-bres. Un mundo donde se respeten sus Derechos y su Dignidad.

Y en especial-como lo muestra el Evangelio – un mundo donde no se discrimine, ni maltrate a la Mujer, ni a los Niños-Niñas. Un mundo donde se res-pete su Dignidad. Y todo esto a lo que ustedes tienen pleno derecho y por lo que queremos luchar juntas-juntos, es lo que quiere Dios que celebremos en esta Navidad. Y qué vale más y qué queremos en primer lugar ¿regalos con enjaranarse-endrogarse? ¿Regalos con humillaciones y falta de respeto? O ¿preferimos cenar con tranquilidad y amor en nuestra familia – una comida sencilla, pero con paz en la fami-lia, sin pleitos, ni borracheras? ¿Qué preferimos una Navidad con Santa Clos regordete con su risa hueca o una Navidad con Jesús que nace pobre y entre los Pobres para salvarnos a todas-a todos?

Queremos una Navidad con Amor, con Pan, con Alegría, Paz y Dignidad. Navidad con Jesús.

NAVIDAD CON PAN

Navidad con Pan
Es Navidad con Amor.
Navidad con Pan
Es Navidad compartida.
Navidad con Pan
Es Navidad Solidaria.
Navidad con Pan
Es decir NO
Al consumismo comercial
Con su regordete y falso
Santaclós.

Navidad con Pan
Es Compartir el pan
Y la Vida
Con la causa de los Pobres.
Navidad con Pan
Sencillamente
Es Navidad con Jesús pobre
Y con los Pobres
Compartiendo el PAN
Y la VIDA.

5.- NAVIDAD EN LOS SEMAFOROS Y CON LOS DAMNIFICADOS

Hay Navidades y Navidades. Hay navidades con Pavo y con regalos lujosos. Y hay Navidades con hambre y sin regalos y en suma pobreza.
Hay navidades rodeados de amigos y de fiesta con licor y mucha música. Y hay Navidades solitarias, en las calles o en casitas que no son casas.
Así en suma pobreza pasan la Navidad muchos Ni-ños que duermen en la calle, o que trabajan en la calle y ya noche o de madrugada regresan a su ca-sa.

Esto pasa en Navidad, pero pasa también en la Na-vidad de todo el año en que siguen naciendo y ?viviendo?? las mayorías en condiciones de vida in-humanas en contraste con el desenfrenado lujo sin medida o la igualmente sin medida indiferencia de mucha gente que se dice cristiana

La Navidad cristiana no se realiza con dar unos re-galos a las Niñas y Niños pobres, calmando nuestra conciencia. La Navidad cristiana nos pide soñar y luchar por ese otro Mundo posible que soñó Jesús y que llama el Reino de Dios- una vida personal y so-cial fraterna, justa y solidaria en que los pobres y excluidos se sienten a comer en la Mesa de la Vida Digna, y no solo coman las migajas que caen de la mesa de los poderosos, de la mesa de la injusticia y del lujo insultante e inhumano

¿Dónde naces Jesús hoy?

Meditando ante los Niños-Niñas trabajadores de la calle

¿Dónde naces Jesús hoy?
¿Dónde queda Belén?
¿Dónde queda el pesebre?
¿Dónde te arropan María y José con los pañales del Amor?
¿Por qué Jesús hoy
no tenés pesebre,
y estás desnudito
hurgando en los basureros,
pidiendo reales o limpiando parabrisas
en el duro sol hasta entrada la noche?

¿Por qué Jesús hoy
te roban la infancia
y te quieren seguir matando
los herodes modernos?
¿Por qué Jesús hoy
no se nos conmueven las entrañas?
¿Por qué Jesús no escuchamos tu llanto?
¿Por qué no te arropamos con nuestro amor?

¿Por qué Jesús hoy te quieren borrar
con un Santaclos regordete
con una risa hueca,
lleno de regalos
para los que tienen dinero?

¿Por qué Jesús hoy
no nos acercamos
como los pastores
a tu pesebre en los semáfo-ros?
y ¿por qué no te hacemos hoy una pesebrera,
pues en nuestros Belenes
para ti no hay pesebre, ni pañales?

¿Los hará nuestra Amor!
¿Dónde naces Jesús hoy?
¿Dónde lloras,
¿Dónde nos llamas?
¿Dónde nos esperas?

Justicia. Es necesaria y está enterrada, es nítida y está maquillada. A veces con razones aparentemen-te buenas: «Hoy basta con hablar de solidaridad», y a veces con razones claramente malas: «Hablar de in-justicia es cosa del pasado». Y sin embargo, no hay navidad cristiana sin hablar de la palabra de Dios, y no hay palabra de Dios sin hablar de justicia.
Los salmos nos recuerdan que «la paz y la justicia se besan», que dejemos de hablar de paz , si no pone-mos manos a la obra y construimos un país justo. Las tradiciones mundanas no saben de estas cosas. Comercio y mercado son dioses, y quiera Dios que no sean ídolos que producen víctimas, apoderándo-se del dinero de los pobres y adormeciendo a todos.

CONCLUYENDO??Y para terminar este compartir navideño, les deseo que nuestra Navidad sea con mayúscula, no con minúscula. Que nuestra Navi-dad sea cristiana, que no sea anticristiana-consumista. Que nuestra Navidad la celebremos soñando y luchando por Otra Navidad posible, jus-ta, fraterna y solidaria.

Desde nuestras CEB les decimos que queremos y deseamos una Navidad con Pan, con Paz, con Alegría y con Dignidad. Una Navidad con Jesús. Una Navidad con los pobres y excluidos y su causa.
Soñamos y queremos
Una Navidad con Esperanza
Luchando por la fraternidad y
Por una vida digna.

(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)