Murió Francisco, un Papa contra las guerras, por la ecología y a favor de los pobres

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Roma. En sus doce años de pontificado, Francisco siempre se manifestó a favor de los pobres y contra el cambio climático y las guerras además de haber impulsado varios cambios en la Iglesia para permitir una mayor transparencia, especialmente a nivel financiero, evitar los abusos de menores y dar un espacio más importante a las mujeres.

Y seguramente ahora, después de su muerte ocurrida
este lunes, tras su reaparición pública en Semana San-
ta luego su internación, él habría querido que todos es-
tos hechos importantes de su pontificado fueran nue-
vamente evidenciados, no por él sino para que la gente
no se olvide que la Iglesia debe seguir dando pasos
adelante.

El 13 de marzo de 2013, a los 76 años, el ex arzobispo
de Buenos Aires y cardenal Jorge Mario Bergoglio fue
elegido como máxima autoridad de la Iglesia católica.
Optó por llevar el nombre de Francisco, en memoria de
Francisco de Asís, un santo muy respetado por haber
dedicado su vida a los pobres y al ambiente.

Primero en la historia
Francisco fue el primer Papa jesuita de la historia de la
Iglesia y el primer latinoamericano, además de ser el
primero que eligió llamarse Francisco. Características
que lo transformaron en centro de atención de todo el
mundo, pero también de muchas críticas de parte de
los sectores más conservadores de la Iglesia que a lo
largo de los años lo consideraron una suerte de ?Papa
comunista?, como han dicho algunos de ellos, en espe-
cial de la Iglesia estadunidense, porque se ocupaba
demasiado de los pobres.

«Mi gente es pobre y yo soy uno de ellos», dijo más de
una vez según los datos biográficos difundidos por el
Vaticano. Así explicaba también por qué decidió irse a
vivir, siendo Papa, a un simple y pequeño departamen-
to en Casa Santa Marta, dentro del Vaticano, donde re-
sidió todos estos años, dejando el lujoso palacio y de-
partamento papal donde habían vivido los otros pontífi-
ces.

Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de
diciembre de 1936, en el seno de una
familia emigrada del Piemonte (región
del norte de Italia). Su padre, Mario, era
un contador de la empresa de ferrocarriles de Argentina
y su madre, Regina, era ama de casa y se ocupaba de
la educación de sus cinco hijos. Vivían en el barrio Flo-
res de Buenos Aires.

Bergoglio se diplomó como técnico químico, pero luego
se dedicó al sacerdocio. El 13 de diciembre de 1969 fue
ordenado sacerdote, después de haber hecho el novi-
ciado primero en Villa Devoto y luego en la Compañía
de Jesús, es decir con los jesuitas. Fue profesor de va-
rias escuelas y universidades católicas y fue a varios
países, como Chile, Alemania y España para perfeccio-
nar sus estudios en ciencias humanas y filosofía y su
preparación religiosa.

El 31 de julio de 1973 Bergoglio fue nombrado provin-
cial (autoridad en una región) de los jesuitas de Argen-
tina y estuvo en ese cargo por seis años. Fue por un
presunto accionar suyo en ese durísimo período de dic-
tadura militar en Argentina, que algunos lo acusaron de
no haber ayudado a dos sacerdotes jesuitas secuestra-
dos por los militares. Bergoglio declaró años después
que había reclamado por la libertad de los jesuitas ante
los dictadores Jorge Rafael Videla y Emilio Massera.
Los jesuitas fueron liberados luego de cinco meses de
encierro en la ESMA.

Orlando Yorio, uno de esos jesuitas, que falleció en el
año 2000, nunca acusó a Bergoglio por su detención. Y
el otro, Francisco Jalics, declaró que ellos no fueron
?entregados por el padre Bergoglio?. Los defensores de
Bergoglio en efecto aseguran que él escondió y ayudó
a exiliarse a varios perseguidos por el régimen. ?Bergo-
glio trató de ayudar en lo posible», dijo el argentino
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz. «Bergo-
glio no entregó a nadie, tampoco fue un cómplice de la
dictadura?, subrayó.

Bergoglio obispo y cardenal
El 27 de junio de 1992 recibió la ordenación episcopal
luego que el Papa Juan Pablo II lo nombró obispo titular
de Auca y auxiliar de Buenos Aires. Desde 1998 fue ar-
zobispo de Buenos Aires y como tal pensó en llevar
adelante un proyecto misionero centrado en la comu-
nión y en la evangelización. ?Cuatro fueron los objetivos
principales: comunidades abiertas y fraternas; protago-
nismo de un laicado consciente; evangelización dirigida
a cada habitante de la ciudad; asistencia a los pobres y
a los enfermos?, según el Vaticano.

En 2001 fue creado cardenal por Juan Pablo II. Desde
ese momento fue parte de distintas congregaciones va-
ticanas como el Consejo Pontificio para la Familia y la
Comisión Pontifica para América Latina y participó del
cónclave que eligió al Papa Benedicto XVI, luego de la
muerte de Juan Pablo II en 2005.

El papado de Francisco
En sus doce años de pontificado escribió entre otros
documentos, cuatro encíclicas (Lumen Fidei en
2013, Laudato si en 2015, ?Fratelli tutti? en 2020
y Dilexit nos en octubre de 2024). ?Laudato si, sobre el
cuidado de la casa común? en particular fue la primera
encíclica en la que Francisco invitó a todos a una ?con-
versión ecológica?, destacando que el cuidado del am-
biente está ligado a la justicia hacia los pobres y a la
solución de los problemas de una economía ?que persi-
gue sólo las ganancias?. Otra encíclica que se destacó
fue Fratelli tutti (Todos hermanos) que el Papa publicó
en plena pandemia de covid-19 para ayudar a todos a
salir de esa crisis.

?Nadie se salva solo?, dijo varias veces entonces, para
estimular la solidaridad. Fratelli tutti hace referencia a
una famosa frase de San Francisco de Asis, que subra-
ya la importancia de ?reconocer, apreciar y amar? a to-
das las personas, ?independientemente del lugar donde
hayan nacido o donde vivan?, subrayó la encíclica.

Francisco escribió también siete exhortaciones apostó-
licas (entre ellas una dedicada al Amazonas y otra a la
crisis climática), 39 constituciones apostólicas (algunas
de las cuales cambiaron las reglas vigentes en el Vati-
cano, como por ejemplo el Código del Derecho Canóni-
co y el rol de la curia romana hacia la Iglesia en el
mundo).

En los 24 mensajes Urbi et Orbi (a la ciudad y al mun-
do) de Pascua y de Navidad, hizo cada vez un balance
socio- político de la situación mundial. Los últimos, en la
pasada Pascua y Navidad, los dedicó sobre todo a las
guerras en el mundo, pidiendo la paz para todas ellas.
Los pobres, inmigrantes, el cambio climático y las gue-
rras estuvieron siempre muy presentes en sus mensa-
jes.

Pero también importantes reformas hechas en la
Santa Sede, tanto a nivel económico para mejorar la
transparencia financiera, como otras referidas a cam-
bios en la justicia vaticana, entre otras cosas para facili-
tar los procesos y condenas de miembros de la Iglesia
acusados de abusos sexuales, y otras medidas que fa-
vorecieron el acceso de las mujeres a sectores de la
Santa Sede.

Hasta 2024 más de mil 165 mujeres trabajaban en el
Vaticano, muchas más que antes que Bergoglio fuera
elegido Papa en 2013. Él hubiera queri-
do que las mujeres también ocuparan
otros roles en la Iglesia, pero el sínodo
de obispos de 2024 no aprobó las medidas que lo hu-
bieran permitido, demostrando que no todos los miem-
bros de la Iglesia están de acuerdo con Francisco, es-
pecialmente los que defienden una Iglesia que fue
siempre reino masculino y donde las monjas cumplían
un rol secundario o terciario.

Y por las críticas que surgieron contra su Pontificado en
todos estos años, sobre todo de parte de algunas con-
ferencias episcopales más conservadoras, Francisco
nunca se hizo demasiado problema y fue adelante.

Los viajes y la salud
Casi cuatro meses después de haber sido elegido Papa
en marzo de 2013, Francisco decidió hacer su primer
viaje como pontífice a un lugar insólito: la isla de Lam-
pedusa, donde llegaban miles de migrantes de África y
Asia en esos años, porque es la zona europea más
cercana a las costas africanas.

En el Mediterráneo, cerca de esa isla, ya habían muerto
entonces más de 300 migrantes y el Papa quiso rendir-
les su homenaje tirando coronas de flores al mar Medi-
terráneo, casi transformado, como él dijo varias veces,
en un cementerio.

En estos doce años de pontificado Francisco hizo 28
viajes en Italia y 48 viajes al exterior que incluyeron, en-
tre otros países, Mongolia, Portugal, Canadá, Irak, Gre-
cia, Eslovaquia, Emiratos Árabes, Rumanía, Japón, Pa-
pua Nuova Guinea, Indonesia, Bruselas.

En esos 48 viajes fueron incluidos 10 países de Améri-
ca Latina (México, Brasil, Chile, Perú, Panamá, Colom-
bia, Cuba, Ecuador, Bolivia y Paraguay). Pero nunca
viajó a Argentina, aunque en algunas entrevistas había
dicho que lo tenía presente y hasta había hablado de
que podría viajar en 2025.

Muchos se preguntaron por qué no había viajado a Ar-
gentina desde que estaba en Roma. Y se hipotizaron
muchas respuestas. Pero nunca se supo la verdad. Es-
tá claro que con su estado de salud la situación se
complicó. A los 88 años, afrontar un viaje de más de 12
horas de Roma a Buenos Aires no hubiera sido fácil.
La salud de Francisco había presentado varios proble-
mas en los últimos años, algunos resfríos e inflamación
pulmonar por lo que tuvo que ser internado en el Poli-
clínico Gemelli (del Vaticano) para controles y donde
había estado ya internado el año pasado por una pul-
monía.

Hay que recordar que cuando era joven por, quistes en
una parte del pulmón derecho, le tuvieron que extirpar
el lóbulo superior del pulmón derecho, y eso lo convirtió
en una persona muy sensible a las complicaciones res-
piratorias. La última internación en el Gemelli, que co-
menzó el 14 de febrero de este año y se prolongó por
38 días, se presentó más complicada después que se
le diagnosticó una ?infección polimicrobiana? y una
?neumonía bilateral?.

Francisco había sido operado en el Gemelli tres veces
en los últimos años, una vez al colon y dos al estóma-
go. Tenía además problemas en una rodilla que con el
tiempo no le permitieron caminar ni estar de pie mucho
tiempo, desplazándose sólo en silla de ruedas.
Pese a que su situación había empeorado, en declara-
ciones hechas llegar a la prensa había dicho que no te-
nía intenciones de renunciar a su cargo, aunque algu-
nos lo catalogaban como un ?inconsciente? porque que-
ría moverse y trabajar todo el tiempo, pese a su estado
de salud.

En los últimos días de internación en el Policlínico no
paró de trabajar, por ejemplo nombrando obispos en
distintos lugares y aceptando las renuncias de otros y
hasta llamó por teléfono varias veces a la Iglesia de la
Sagrada Familia de Gaza, la región palestina donde se
ha desarrollado gran parte del conflicto con Israel, para
saber cómo estaban. Habló cada vez con el sacerdote
argentino Gabriel Romanelli, que está a cargo de esa
parroquia.

En el Policlínico Gemelli estuvo prácticamente aislado
por seguridad, alojado en el llamado ?departamento de
los Papas? en el décimo piso donde estuvo también in-
ternado Juan Pablo II varias veces. Es un pequeño de-
partamento que tiene también una pequeñísima capilla.
Francisco recibió allí sólo a sus dos secretarios y al
personal sanitario que lo asistía, excepto el 19 de febre-
ro que fue a saludarlo la primera ministra italiana, Gior-
gia Meloni, y dijo luego haberlo encontrado bastante
bien y bromeando como siempre.

Francisco solía hacer bromas con todo el mundo. A sus
médicos, cuando le preguntaban cómo estaba, les res-
pondía sonriendo: ?Todavía vivo lamentablemente, de-
bido a ustedes?.

Libros y esperanza
En sus 12 años de pontificado han sido publicados nu-
merosos libros referidos a Francisco (?Más allá de los
límites?, ?La esperanza no defrauda nunca?, ?Tierra, te-
cho, trabajo?, etc) pero el más importan-
te salió a la luz hace pocos meses: Spera (Espera, que en español
han traducido también como Esperanza) una autobio-
grafía de Francisco quien durante seis años trabajó jun-
to al escritor Carlo Musso para armarla.

En el libro cuenta detalles preciosos de su infancia, de su familia,
de su adolescencia, de su preparación para el sacerdo-
cio y mucho más. Según el Papa, este libro debía ser
publicado después de su muerte. Pero el ?Jubileo de la
Esperanza? que él inauguró en diciembre pasado y du-
rará todo el 2025 reuniendo a artistas, periodistas, ni-
ños, adolescentes, diáconos, mujeres, entre otros, de
todo el mundo, le hicieron cambiar idea y lo publicó.

Porque la esperanza es, según Francisco, lo que le ha-
ce falta a todo el mundo en este momento histórico de
desastres naturales, guerras y crisis económicas.
Tras la ceremonia de despedida al Papa argentino co-
menzará el cónclave, es decir la reunión en el Vaticano
de cardenales de todo el mundo para elegir al nuevo Papa
(jornada.com.mx) 21/04/2025