Rosa Manríquez siempre soñó con ser sacerdote.
Mientras el resto de las niñas en su barrio solían vestirse con la ropa de la madre y jugar a ir de compras, Rosa Manríquez recuerda que su juego favorito era otro.
Vestida con una túnica, un rosario y una cruz, prefería hacerse pasar por cura para dar la comunión y perdonar a sus amigos por los ?pecados cometidos??.
?Era mi entretenimiento favorito??, recuerda Manríquez, de 66 años. ?Hasta que un primo me dijo un día que dejara de hacerme pasar por sacerdote porque nunca iba a poder hacer realidad ese sueño??.
Manríquez nunca descartó totalmente la posibilidad del sacerdocio.
Así, hace menos de un año, se enteró de la existencia del grupo Mujeres Sacerdotes de la Iglesia Católica, una organización independiente fundada hace seis años en Alemania, que aún no cuenta con sedes en América Latina.
?Siempre me gustaron las ceremomias religiosas y sentía curiosidad por la vida eclesiástica. Pero el saber que nunca podría ser sacerdote me hacía olvidar de ese tipo de pensamientos??, explica Manríquez, que reside en Los Ángeles y será este año la primera latina que presentará su solicitud para iniciar el camino al sacerdocio en EE.UU. con este grupo.
Para ser ordenadas bajo las reglas de la organización, estas mujeres deben cumplir con los requisitos que exige la Iglesia Católica para la preparación que lleva al sacerdocio, a excepción de los votos de castidad y obediencia, lo que les permite contraer matrimonio y tener hijos.
Además, deben contar con estudios universitarios y un año de estudios teológicos básicos, con la elaboración de diez ensayos filosóficos, para obtener la certificación teórica antes de la ordenación sacerdotal, los mismos con los que debe cumplir un seminarista, según indica la Iglesia Católica.
Como es de esperarse, el grupo de mujeres sacerdotes ha creado bastante controversia y por supuesto, la Iglesia y sus representantes aún no ceden.
En 2002 el cardenal Joseph Ratzinger ?el hoy papa Benedicto XVI? excomulgó a siete mujeres ordenadas sacerdotes por un obispo argentino en una embarcación sobre el río Danubio, cuando se formó la congregación.
En mayo de este año, el Santo Oficio publicó un documento en el que se dice que ?tanto quien confiere el Orden Sagrado [ordena sacerdote] a una mujer como la mujer ordenada incurren en la excomunión latae sententiae [de manera automática]??.
Y en julio, cuando la organización de mujeres ordenó a tres nuevas sacerdotes en una iglesia protestante en Boston, la Arquidiócesis de Boston respondió con una declaración en la que reiteraba los dictados del Vaticano.