A raíz de los acontecimientos xenófobos en Sudáfrica, los obispos han escrito un mensaje manifestando su solidaridad con las víctimas. Comentan cómo la génesis de esta ola de violencia es principalmente la degradación de la condición social, la distribución desigual de la riqueza y la explotación de la mano de obra barata.
Se calcula que, antes de los acontecimientos, mas de 30.000 mozambiqueños residían en Suráfrica buscando mejores condiciones de vida; una gran mayoría se vio obligada a regresar inesperadamente ante el linchamiento de que fueron objeto.
Hacen un llamamiento a los pueblos de la Región para caminar en la integración, en una sana convivencia. Al gobierno mozambiqueño a mantener un diálogo con las autoridades surafricanas. A todas las fuerzas vivas de la sociedad civil para intensificar los medios que lleven a una cultura de paz y convivencia social digna de la persona humana.