MOVILIZACIONES ANTE LAS PROMESAS INCUMPLIDAS PARA LOS INMIGRANTES DEL PUENTE DE ADEMUZ

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Canal Solidario

En 2001, la Generalitat valenciana se comprometió a habilitar doce centros de acogida para los inmigrantes que duermen bajo el puente de Ademuz. ONG llevan a cabo una campaña para denunciar que no se ha cumplido la promesa. Cartones que aíslan del suelo, colchones y muebles recogidos de la basura y rehabilitados, ropa y alguna que otra pertenencia acumulada?? es el paisaje que se contempla todos los días bajo el puente de Ademuz en Valencia, en el antiguo cauce del río Turia.

Desde hace cinco años, inmigrantes que vienen a la ciudad en busca de trabajo y que no tienen dónde dormir pasan la noche en este lugar, que ya ha visto levantarse chabolas y tiendas de campaña permanentes.

La Generalitat valenciana anunció en 2001, en el llamado Pacto Valenciano por el Crecimiento y la Ocupación, su intención de habilitar doce centros de acogida para inmigrantes. Pero de momento no se ha abierto ninguno y los inmigrantes siguen durmiendo bajo el puente. Por ese motivo, varias organizaciones se movilizan desde hace días en diversas actividades para presionar a la administración y denunciar la situación.

En estos momentos son unas 120 las personas que sobreviven en estas condiciones. Durante el invierno, la cifra era de 300. Como explica Cáritas Valencia, que entre los meses de diciembre y marzo abrió un albergue para poder hospedar a algunos inmigrantes, ahora ha bajado el número de personas que viven bajo el puente porque la mayoría son temporeros y, con el fin de la temporada de la naranja en Valencia, se han desplazado a otros municipios donde poder trabajar.

Los inmigrantes que se han quedado en el antiguo cauce del Turia reciben tres veces a la semana la visita ONG como Psicólogos sin Fronteras. ?Es un lugar de paso y los inmigrantes lo usan porque no hay plazas en los centros de acogida o porque en estos centros ponen muchas condiciones??, señala Rosmary Castro, psicóloga de esta ONG.

Junto a otros compañeros, Castro baja tres veces por semana al puente de Ademuz. Allá ofrecen un acompañamiento psicosocial a los inmigrantes, hablan con ellos, se interesan por sus problemas y les ayudan a empadronarse y a obtener la tarjeta sanitaria. La mayoría de las personas que viven bajo el puente llegaron a Valencia trasladados desde Canarias, no tienen apoyo familiar y muchos tienen órdenes de expulsión que les impiden obtener el arraigo a pesar de vivir en España desde hace más de tres años.

Un centro de acogida con recursos integrales

Tanto Psicólogos sin Fronteras como Cáritas forman parte de la Mesa de Entidades de Solidaridad con los Inmigrantes, que junto a otras organizaciones como la Red de Acogida, la Asamblea Baobab y el Fórum Alternativo de la inmigración, exigen soluciones a esta situación.

La principal demanda de las entidades es que el Ayuntamiento habilite un centro de acogida que dé cabida a la mayoría de las personas que ahora viven en la calle y ofrecer recursos y servicios como clases de castellano. Este centro de acogida en Valencia, además, debería ir acompañado de albergues cerca de los lugares de trabajo de los inmigrantes.

?Queremos un cobijo digno para los inmigrantes que duermen en la calle, una política social de vivienda y que la Administración se responsabilice de dar soluciones factibles y rápidas a los inmigrantes con mayor grado de necesidades??, afirma en un manifiesto la Mesa de Entidades de Solidaridad con los Inmigrantes.

En este contexto, las organizaciones advierten que los doce centros de acogida prometidos por el Gobierno valenciano en 2001 todavía no se han materializado y que desde la administración no han obtenido respuesta.

Cine, concentraciones y un barco de los deseos

Para denunciar esta situación, las entidades que apoyan a los inmigrantes organizaron el pasado 11 de mayo una noche de acampada en la plaza del Ayuntamiento de Valencia. En la iniciativa participaron más de 200 personas y otras 2.000 se acercaron para darle apoyo y reclamar que se habilite un centro de acogida.

Con este mismo objetivo, la Mesa de Entidades de Solidaridad, Baobab y el resto de organizaciones organizan estos días en Valencia el Festival Internacional de Cine para la Integración, músicos como Kuami Mensah han puesto voz a los inmigrantes que viven bajo el puente, y los estudiantes que gestionan el blog Obrim la ment han realizado un vídeo que resume la realidad en el antiguo cauce del Turia y recuerda que no se trata de un problema de imagen, sino de derechos humanos.

A estas iniciativas se sumó hace unos días el Barco de los Deseos, que estos días recorre Valencia para recoger las ideas y peticiones de los vecinos y hacerlas llegar a los partidos que se presentan a las elecciones del 27 de mayo. Hace una semana, el barco ancló bajo el puente de Ademuz para recoger los deseos de las personas que viven en él.