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En recordación a Acacia Fernandez, la viuda de Emilio Máspero, que falleció en España, el sábado,7 de mayo 2022-
Emilio Máspero nació el 27 de noviembre de 1927, en Santa Fe, Argentina, hijo de emigrantes italianos, murió físicamente el 31 de mayo del 2000, en Caracas, Venezuela, fue el líder histórico del sindicalismo cristiano en América Latina, durante el siglo XX.
Tuve cientos de conversaciones con el sindicalista argentino Emilio
Máspero, desde que nos conocimos en Puerto Rico, en 1961, hasta su
muerte en el año 2000. De él aprendí todo lo que en mi vida realicé como
sindicalista, en el plano nacional e internacional. Soy un producto de él,
en lo político, sindical, social y espiritual
Desde 1959, estuve exiliado en Nueva York, siendo Presidente de la
Juventud Obrera Católica (JOC) hispana: Tuve contactos con la JOC en
Puerto Rico, Costa Rica y Cuba. En Costa Rica conocí a Monseñor
Sanabia, y el Padre Benjamín Núñez, en Cuba al Padre Fernando de
Arango y en Puerto Rico a los padres Salvador Freixedo, S. J. y Antulio
Parrila.
En Nueva York conocí a José Cardijn, el cura belga, fundador de la JOC.
Conversé con el gran artista y cantante mejicano José Mojica, Ahí me
reencontré con Henry Molina, además participaban otros dominicanos
como Sabas Morillo y Rafael Peralta (Miguelito).
Siendo Secretario Juvenil del Movimiento Pro Liberación Dominicana, en
Nueva York, dirigido por Bienvenido Hazim Egel, hablé en una
manifestación contra Trujillo.
Serafino Rumualdi, de Relaciones Internacionales de la American
Federation of Labour, Congress Industrial Organization, (AFL-CIO), me
escuchó, y me convocó a una reunión personal en sus oficinas.
Me dijo que consideraba que yo tenía posibilidades de ser un buen
sindicalista, me otorgó una beca para estudiar sindicalismo en la
Universidad de Río Piedras, en San Juan de Puerto Rico, pagándome mil
dólares mensuales, para los gastos de estudios, alojamiento, comida y
otros.
Dos días después me instalé en Puerto Rico. Busqué a Hipólito Marcano,
del Departamento de Trabajo Social de esa universidad, amigo y
relacionado de Serafino Rumualdi, ahí compartí con otros dominicanos
exiliados, entre ellos Robinson Ruiz López, Augusto Rodríguez y Américo
Monegro.
¡Recibir mil dólares mensuales era mucho dinero! En 1961.
Tuve contactos con organizaciones sindicales puertorriqueñas e
internacionales, y en especial con el Padre Salvador Freixedo, S.J. en su
condición de Asesor de la Juventud Obrera Cristiana (JOC.) de Puerto
Rico.
En Puerto Rico participé como presidente de la JOC, hispana, de Nueva
York, y tuve muy buenas relaciones con un grupo de militantes de la JOC
de esa isla, entre ellos estaban; Miguel Soto, Francisco Velásquez,
Francisco García (El Nica), Antonio Negrón, Paquita, Juan Vera Vera,
Blanca Acevedo e Hilda Maldonado, y participé en la creación de una
organización sindical llamada Federación Puertorriqueña de Sindicatos
Democráticos (FEPUSID) con organizaciones sindicales de Ponce,
Mayagüez y San Juan. También conocí a Ramón Fuentes (Moncho),
Bibiano Pizarro, Paulino Santiago, y al periodista Luis Valera, cubano,
exiliado en Puerto Rico.
El padre Freixedo me preguntó que hacía yo en Puerto Rico, y le expliqué
mi situación. Cuando le dije que era pagado por la AFL-CIO, se enfureció,
y me dijo que un miembro de la JOC no podía recibir sueldo de una
organización sindical norteamericana. Me dijo que yo debía renunciar de
esa beca, y disponerme a conocer el sindicalismo cristiano, y llamó
telefónicamente a Emilio Máspero, que residía en Venezuela .
El padre Freixedo le pidió a Emilio Máspero, entonces Secretario General
Ejecutivo para el Caribe de la Confederación Latino Americana de
Sindicalistas Cristianos (CLASC), que tenía asiento en Caracas,
Venezuela, que viniera a Puerto Rico, para conversar conmigo.
Emilio Máspero se trasladó a Puerto Rico, dos días después, y lo conocí
personalmente, en el local de la JOC, en la parada 26, Santurce, donde
conversamos por primera vez.
Yo no conocía, ni había oído mencionar el sindicalismo cristiano, a pesar
de haberme formado en la JOC. Conocía métodos, principios, valores y
ética para la formación de jóvenes, pero no el sindicalismo.
Esa primera conversación con Emilio Máspero fue de dos días. ?l me
explicó que meses antes había estado en Estados Unidos, discutiendo
con George Meany, el presidente de la AFL-CIO, y que había sido una
reunión de desacuerdos??también me informó que había estado en La
Habana, Cuba, el primero de mayo de 1959, invitado por un grupo de
sindicalistas católicos cubanos, y conoció a Fidel Castro.
En esa primera conversación Emilio Máspero me convenció de la
importancia del sindicalismo cristiano, y que era necesario que
renunciara a la beca que disfrutaba de la AFL-CIO, pero más que eso, me
ofreció todas las respuestas que yo necesitaba sobre el movimiento de
los trabajadores y la importancia del sindicalismo, con principios, valores
y ética cristiana
En esa conversación, Emilio Máspero me explicó, que junto al líder
político social cristiano Rafael Caldera, de Venezuela, organizarían un
curso extensivo para formar a varios jóvenes dominicanos exiliados, en
política, sindicalismo, economía y problemas juveniles; actividad dual, de
formación y acción, que se realizaría en Caracas, Venezuela.
Durante la conversación llamé a mi amigo Henry Molina, que
compartíamos el exilio, en Nueva York, y le expliqué la conversación con
Emilio Máspero, y que, si él estaba dispuesto a dejar su trabajo, para ir
conmigo a estudiar a Venezuela. Sin pensarlo dos veces, él dijo que si, y
comenzamos a organizar nuestro viaje de estudios para Venezuela.
Emilio Máspero y Rafael Caldera, se encargaron de la coordinación de esa
actividad, y por medio de políticos dominicanos exiliados, de
pensamiento social cristiano, como Guido D Alessandro, Mario Read
Vittini y Alfonso Moreno Martínez, organizaron un grupo de 8 jóvenes
dominicanos exiliados, para estudiar doctrina social cristiana, en
Venezuela.
El grupo estaba compuesto por: Henry Molina, Caonabo Javier Castillo,
Prospero Morales, Prisco Morales, Ramón Harvey, José Antonio Brea,
Cucho Rojas Fernández y José Gómez Cerda. Algunos de ellos habían
estado exiliados en Argentina.
Emilio Máspero tuvo la paciencia de conversar conmigo durante varios
días, yo estaba conociendo otro mundo, mi formación había sido hasta
ese momento religiosa y espiritual, pero desconocía el sindicalismo, y
sus diversas expresiones.
Emilio Máspero, se había formado en la JOC de Argentina, estudió
sindicalismo en Francia, y era un extraordinario orador, escritor, hombre
de pensamiento profundo, estratega, táctico, político, en fin, la persona
que yo necesitaba para mi formación social.
Con este curso se iniciaron las actividades del Instituto internacional del
sindicalismo cristiano, con sede en Caracas, Venezuela.
Cuando asesinaron a Trujillo, el 30 de mayo de 1961, nuestro grupo
estaban en Venezuela estudiando, y decidimos continuar nuestra
capacitación, para poder tener una formación integral.
Los Profesores fueron el Dr. Rafael Caldera, Dr. Arístides Calvani, Dr. Luis
Herrera Campis, Dr. Jiménez Landiz, y los sindicalistas Dagoberto
González, Eduardo García, José de Jesús Plana, Ramón Silva y Emilio
Máspero.
Durante mi estadía en Venezuela, estuve una semana viviendo en la
residencia de Emilio Máspero: Conocí a su esposa Acacia, española, y a
su primera hija Marcela. (Lamentablemente Acacia, acaba de fallecer en
España, el sábado 7 de mayo 2022)
En una conversación con Emilio Máspero me dijo; ?Debes leer mucho, y
selectivo: lo que tu mente te diga que es bueno para los trabajadores,
debes escribirlo, y lo que escribas debe publicarlo. Así, otras personas,
aunque tú no los conozcan, podrán compartir tus pensamientos??. Así lo
he hecho, y eso me ha permitido publicar artículos, documentos y libros,
especialmente para la clase trabajadora.
Henry Molina y yo participamos en el Congreso Extraordinario de la
Confederación de Trabajadores de Venezuela (C.T.V.), después del
atentado de Trujillo contra el Presidente de Venezuela Rómulo
Betancourt. Ese fue el primer Congreso de la CTV después de la dictadura
de Pérez Jiménez. Además, participamos en actividades sindicales
organizadas por la Confederación Autónoma de Sindicatos Autónomos
(CODESA).
Regresé a Santo Domingo, el 22 de enero de 1962. Después de tres años
exiliado, vine junto con mi maestro Emilio Máspero.
Esas conversaciones con Emilio Máspero, cambiaron el rumbo de mi
vida, y de ahí en adelante me dediqué a la vida sindical, al sindicalismo
cristiano.
Pocos días después de mi retorno al país, el 5 de febrero de 1962, con la
ayuda del padre Manuel González Quevedo, S.J. formamos el Sindicato
Autónomo de Industria Farmacéutica (SADIF), en Santiago, primer
sindicato en afiliarse estatutariamente a la Confederación Autónoma de
Sindicatos Cristianos (CASC), en poco tiempo formamos la Federación
Provincial de Sindicatos Cristianos de Santiago (FEPROSICS), y la
Federación Dominicana de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC).
Santiago de los Caballeros, mayo 2022
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