El Reino de los cielos se parece a un hombre o a una mujer que tenía una caldera de gas. Bien podría empezar así una de las parábolas actuales de Jesús de Nazaret.
Se preguntarán a qué viene esta comparación con elementos de la vida cotidiana. El motivo es que un día, hace unos meses al fijarme en la pantalla de la caldera había un número y una letra parpadeando. No indicaban la temperatura sino un error. Después de consultar el manual, con la intención de poder solucionarlo, un asterisco me advertía de que debía llamar a un profesional pues había una obstrucción. Mi gozo en un pozo por no poder resolverlo de inmediato y porque cuando puedo arreglar algo evito que alguien tenga que invertir tiempo y energías en ello.··· Ver noticia ···
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