Público
La madrugada del 3 de marzo de 1974, un régimen envalentonado por el atentado con el que ETA había segado la vida del almirante Luis Carrero Blanco decidió ejecutar a Salvador Puig Antich. La terrible muerte del miembro del MIL, encarcelado a raíz de una acción con otros compañeros de militancia, provocó un auténtico terremoto a Merçona y al resto de sus hermanas, que a pesar de la reacción tibia de los partidos progresistas de la época, iniciaron una larga lucha que todavía perdura.Ver noticia original en …