Masiá: «Si estuviéramos en Tokio, y no en Madrid, aquí estarían el Nuncio y el cardenal» -- Jesús Bastante

0
63

Religión Digital

«Si este encuentro, en lugar de celebrarse en Madrid, se diera en Tokio, sería impensable que no estuvieran aquí el cardenal o el Nuncio. En Madrid, evidentemente, las cosas se complican». Así de claro se mostró ayer el jesuita Juan Masiá, durante la presentación del VI Encuentro de Religiones «Budismo y Cristianismo en Diálogo», que tendrá lugar este sábado en la capital de España.

El congreso, convocado por la Asociación para el Diálogo Interreligioso de la Comunidad de Madrid (Adim) y Kosei Shupann, tendrá lugar en el Centro Cultural Nicolás Salmerón de Madrid. Durante el mismo, se presentará la traducción de «El sutra del Loto» (Ediciones Sígueme), una suerte de «Biblia» budista koisekai (que aglutina a seis millones de budistas), fruto del trabajo en común, y del conocimiento mutuo, del profesor Masiá y de Kotaró Suzuki.

«Hablar en España de cosas como las que digo en mi blog sobre el diálogo interreligioso -afirmó Masiá- tiene el riesgo de que algunos te tachen de hereje o de sincretista, cuando lo que digo es lo más normal, y en la línea del Concilio Vaticano II». Masiá y Suzuki, que llevan ocho años de estrecha relación, subrayaron que «tras el 11-S, en Japón se dio una reunión entre busdistas y cristianos. Allí es normal que colaboremos, y oremos juntos». De hecho, el último encuentro de oración se dio en la catedral de Tokio, y los fondos recaudados (6 millones de yenes) sirvieron para crear una escuela en Afganistán.

Suzuki recordó cómo el fundador de Koisekai, Kikkyo Niwano, fue invitado por Pablo VI al Concilio Vaticano II como observador budista. «Pablo VI pidió a los budistas que rezaran por los cristianos, y que los cristianos harían lo propio por los budistas, y que todos juntos lucháramos por la paz». Desde entonces (1970), comenzaron las Conferencias de Religiones por la Paz. El primer encuentro, celebrado en Kioto, congregó a 40 países. «En los primeros años, también se nos criticó. Hoy, la relación es estupenda», analizó Suzuky.

¿En qué consiste ese diálogo posible entre budismo y cristianismo? Para Masiá, «más que debatir, nos damos a conocer mutuamente. Comemos juntos, conversamos juntos y, también, hemos descubierto que podemos orar juntos». Una apuesta que, en ocasiones, sufre acusaciones de pérdida de identidad o heterodoxia. «También hablamos, con toda claridad, de las diferencias -añade Masiá-, y no nos precipitamos en intentar resolverlas».

Por su parte, la presidenta de Adim, Margarita Pintos, incidió en que «budismo y Cristianismo tienen muchos puntos en común. Ambas son religiones abiertas al diálogo con otras religiones y tradiciones, porque éstas son importantes para la paz». En su opinión, esta búsqueda en común es posible, y positiva, «sin renunciar a nuestras tradiciones religiosas».