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Un año más, nos reunimos en la playa del Tarajal para denunciar y exigir justicia por las muertes de 14 de nuestros hermanos el 6 de febrero de 2014: Yves, Samba, Daouda, Armand, Luc, Roger Chimie, Larios, Youssouf, Ousmane, Keita, Jeannot, Oumarou, Blaise y otro compañero cuyo nombre desconocemos. Un año más, nos reunimos para hacer memoria y recordar a estas personas y a todas aquellas que, buscando una vida mejor,
encontraron la muerte.
En esta playa, 14 personas murieron ahogadas mientras la Guardia Civil les disparaba balas de goma y gas lacrimógeno para evitar que llegaran a la costa. 23 personas fueron devueltas a Marruecos desde la misma playa y sin acceso a ningún procedimiento formal. A lo largo de estos años y a pesar de las denuncias, no se ha hecho justicia, no se han depurado
responsabilidades y no se ha reparado a las víctimas ni a sus familias.
Después de 11 años, el procedimiento judicial sigue pendiente de amparo ante el Tribunal Constitucional, quien admitió a trámite el recurso de amparo en junio de 2023. Confiamos en que el Tribunal Constitucional reconozca que se han violentado derechos fundamentales de
las víctimas y de sus familias, y que se haga justicia.
A pesar de todas las tragedias que se han vivido en las fronteras y los gritos de justicia de las víctimas, de sus familias y de las organizaciones que defendemos los derechos humanos, las
muertes y desapariciones en las vallas y en el mar siguen aumentando cada año.
Según el último informe de Caminando Fronteras, tan solo en el año 2024, han muerto 10,457 personas tratando de llegar hasta España, entre las que se cuentan hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas, personas con familias, deseos y sueños truncados por la falta de vías
legales y seguras para migrar, a causa de las políticas migratorias y de externalización de fronteras, así como el reciente Pacto Europeo de Migraciones y Asilo, que buscan incrementar el control y la represión en las fronteras, y legalizar las vulneraciones de derechos humanos.
Estas políticas migratorias se ven reforzadas por los discursos de odio y el racismo institucional que legitiman y permiten que las violaciones de los derechos en la frontera queden impunes.
Estas políticas migratorias invisibilizan y criminalizan a las personas migrantes y refugiadas que llegan a España, negándoles una acogida digna y el reconocimiento de su dignidad como personas.
Por todo ello, denunciamos:
– La falta de una voluntad política real para garantizar una acogida digna a las personas migrantes y refugiadas que llegan hasta España tras rutas muy violentas y mortíferas, sometidas a malvivir en recursos y espacios precarios que no reúnen condiciones dignas y agravan más las heridas físicas y psicológicas de la ruta.
– Denunciamos el “Pacto Europeo de Migraciones y Asilo”, incompatible con los derechos humanos que provocará que tragedias como la del Tarajal y la Masacre de Melilla sigan repitiéndose.
– Denunciamos la violencia administrativa que dificulta el acceso de muchas personas a conocer sus derechos, a solicitar asilo, les expone a más violencias como la explotación laboral, situación de calle, y hace de las instituciones una frontera más.
– Denunciamos la instrumentalización de las personas migrantes y la explotación de sus cuerpos.
– Denunciamos el neocolonialismo presente en las políticas de cooperación al desarrollo al servicio del control y la externalización de fronteras.
Denunciamos que el Estado no se responsabilice de las miles de muertes en el mar cada año de personas migrantes, omitiendo su deber de socorro, dando lugar a que no se busque a las personas desaparecidas y que sigan habiendo personas sin identificar.
– Denunciamos el constante goteo de muertes y desapariciones que se dan en las playas de Ceuta y Melilla, y en el resto de rutas de acceso al Estado.
– Denunciamos el racismo en todas sus formas, pero hoy sobre todo, aquel que atenta contra las vidas migrantes en las fronteras a través de las instituciones y las políticas fronterizas.
Por todo ello, exigimos:
– Que el Estado asuma su responsabilidad sobre las muertes en las fronteras, como las de la Tragedia del Tarajal y las de la Masacre de Melilla, repare a sus víctimas y establezca mecanismos para salvaguardar las vidas en las fronteras.
– Exigimos una mejor gestión de los recursos y presupuestos públicos, invirtiendo en más políticas sociales que ofrezcan una acogida digna para todas las personas migrantes y refugiadas.
– Que se garantice el acceso efectivo al derecho a asilo a todas las personas que lo soliciten tanto dentro como fuera del territorio español, garantizando su protección y el respeto a sus derechos.
– Que se ponga fin a la externalización de las fronteras y se prioricen acuerdos que garanticen los derechos humanos. Que estos acuerdos estén sujetos a evaluaciones públicas y que se creeen mecanismos de transparencia que cuenten con la participación de las ONGs.
– Implementar un sistema de monitoreo independiente en la frontera para garantizar que los cuerpos de seguridad actúen con todas las garantías en relación a los derechos humanos.
– Garantizar vías legales y seguras. Que se reformen las políticas de visados y se revisen los criterios de su concesión, mejorando la transparencia del proceso y posibilitando visados más accesibles para todas las personas.
– Que se fomenten políticas activas para combatir los discursos de odio, el racismo y la xenofobia.
– Derogar las legislaciones que atentan contra la dignidad de las personas migrantes y racializadas.
– Que se garantice el rescate de todas vidas en el mar.
– Que se reconozca el derecho a la libre circulación de todas las personas.
Un año más nos reunimos aquí para gritar que todas la vidas importan, que las vidas migrantes importan, que las vidas negras importan. Seguiremos luchando tantos años como sean necesarios para que todas las vidas sean respetadas y dignificadas. Seguiremos reuniéndonos
y alzando la voz por todas las víctimas de las fronteras. Seguiremos pidiendo justicia, verdad, reparación y garantías de no repetición para ellas y sus familias. Migrar es un derecho. No más muertes en las fronteras.