Día 8, mi mujer y yo en la calle Ricardo Ortega 42, encontramos a tres amigas atendiendo a un hombre en silla de ruedas que pide ser conducido a la entrada de un banco para pasar la noche allí. Son las 21.03. Telefoneamos a la policía municipal. Al cabo de unos 20 minutos aparecen dos policías. Hasta las 22.00 no hay servicio para transportarlo a un centro de acogida. Decidimos quedarnos. Llegan dos otros policías. Comunican que la ambulancia llegará una hora más tarde. No tienen manta para aquel hombre y se van a otras emergencias. Quedamos esperando.
Excepcionalmente obtenemos el móvil del teniente alcalde de asuntos sociales y le dejamos un mensaje. El hombre tiene frío y pide poderse quedar en la entrada de un banco. Lo llevamos a la oficina de Sa Nostra, en el cruce de Foners, General Ricardo Ortega i Joan Alcover. El hombre se acuesta en el suelo y se queda durmiendo sin colchón ni manta que le cubra. Me telefonea el teniente de alcalde. ¿Es cierto? dice que no es posible puesto que hay un servicio de emergencias.
Le advertimos donde se encuentra ahora el hombre. Vuelve a telefonear ?son las 23.30? Confirma que en unos minutos llegará la ambulancia. Damos el caso por acabado y, helados de frío, decidimos irnos a casa .Nos quedamos dentro del coche para certificar la solución. A las 23.47 llega la ambulancia del Servicio de Emergencia Social. Pasa de largo por delante del banco, va hacia la primera dirección señalada y gira. Pocos minutos después vuelve a pasar por delante de la entrada del banco. No se para. No baja nadie ni tan solo para ofrecer una manta a aquel hombre. Gira hacia la calle Joan Alcover y se va. El hombre sigue en ?su casa??, acostado en el suelo y sin una manta que le cubra. Son las 23.52. Nosotros, impotentes, también nos marchamos.
Alfonso ?éste es el nombre del hombre?, donde dormirás hoy, mañana… y pasado mañana? En Palma ciertamente habrá cera en el Corpus, fiesta en Sant Joan, flores en la Salud, luces en Navidades, carrozas en Reyes, disfraces en Carnaval y fuegos artificiales en Sant Sebastiá . Los marginados encontraréis a la postre un lugar en el cielo. La tierra de Mallorca, de España y de los países falsamente civilizados es sólo para los que tenemos casa y mujerío; el voto cada cuatro años a nuestros gobernantes.
Texto traducido al castellano por Juan Hernández con la ayuda del Instituto Cervantes